LA FINAL TROMPETA Y LA IRA DE DIOS
“en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” 1ª corintios 15:52
ESCUCHE EL ARTICULO
Cada vez se hace más popular la enseñanza que dice que esta “final trompeta” se refiere a aquella que el ángel tocará en un tiempo de juicio según lo dice el siguiente pasaje bíblico: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” apocalipsis 11:15
Quienes afirman que la iglesia pasará por un tiempo de juicio, en donde la ira de Dios será desatada desde el cielo, afirman que “la final trompeta” no puede ser otra, sino aquella que tocará el ángel en medio de un período que la biblia lo llama “gran tribulación” (mateo 24:21). Ellos dicen que es necesario que la iglesia pase por este período de juicio para confirmar la fe verdadera, y en el caso de los mas osados, llegan a enseñar que la iglesia debe lavar sus ropas y plancharlas para estar aptos y poder entrar al reino de Dios. Con esta posición escatológica, sin duda que la salvación que pregonan estos predicadores, implícita y explícitamente, es por obras. Sin embargo, la biblia dice que la salvación no es un premio ni recompensa a nuestra fidelidad, sino que es solo por gracia (efesios 2:8-9)
En las últimas décadas, el avance del Neo calvinismo ha traído consigo una constante revisión de los aspectos escatológicos, y en particular, la descalificación de la enseñanza del inminente arrebatamiento pre tribulacional, que según dicen, carecería de base bíblica y que no tendría registros en la historia de la iglesia desde Pablo hasta la actualidad. Ellos dicen que la creencia de un arrebatamiento pre tribulacional o a modo de sarcasmo “rapto secreto”, solo comenzó a partir de mediados del siglo diecinueve. Por cierto, que esto No es verdad. Hay suficiente argumento bíblico y evidencias en la historia de la iglesia que desmienten esta enseñanza. Si desea mayor información visite el artículo en nuestra página: https://www.spgchile.org/rapto-secreto-o-arrebatamiento-de-la-iglesia/
El Neo calvinismo por ser un movimiento con una carga importante de ecumenismo que pretende llevar a la iglesia de regreso a Roma, presenta las bases de su enseñanza amilenarista postuladas desde Agustín de Hipona en adelante (siglo cuarto), enfatizando la labor social y política que la iglesia debe tener en la búsqueda de construir y extender el reino de Dios aquí y ahora. Por lo tanto, asuntos como la inminente venida de Cristo y el interés por la profecías, no es la prioridad en la agenda de este movimiento que cada vez suma más adeptos.
La Ira de Dios
Uno de los aspectos doctrinales que se transgrede al negar la doctrina del arrebatamiento pre tribulacional de la iglesia, es decir, que la iglesia será arrebatada antes de que comience el período de juicio llamado gran tribulación; es el asunto de la ira de Dios, y que tiene implicancias directas con la penalidad del pecado y con la salvación presente y segura en Cristo. Esto es serio.
Pablo enseña que la ira de Dios está sobre los inconversos (Romanos 1:18) y no sobre los creyentes (Romanos 5: 8-9; 1ª Tesalonicenses 1:10; 5:9). La ira de Dios es una manifestación del carácter justo de Dios que no pasará por alto el pecado, por lo tanto, es muy grave concebir la idea de que la iglesia deberá pasar por un período de juicio (ira de Dios). Eso es ir en contra de la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo quien enseñó:
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” Juan 3:36
En este pasaje nuevamente vemos que el verbo “tener” en tiempo presente, declara la seguridad del creyente en un sentido consumado; no es futuro ni condicional. Es certeza y seguridad absoluta. Sin embargo, para el NO creyente, la situación es grave y terrible: “la ira de Dios esta (permanece) sobre él”. Pero para los salvados en sentido presente, la ira de Dios ya no está, ni estará en el futuro, porque la obra de Cristo en la cruz aplacó de una vez y para siempre, en beneficio de los creyentes, toda manifestación de la justa indignación de Dios por causa del pecado. Esto se conoce como propiciación. Por lo tanto, es una verdadera osadía enseñar que la iglesia va a pasar por un periodo en donde la ira de Dios se desatará como nunca en la tierra. ¿Acaso la obra de Cristo no logró propiciar (aplacar la ira de Dios) para quienes son salvos por gracia por medio de la fe?
La explicación que entregan quienes enseñan que la iglesia sí pasará por el tiempo de juicio llamado gran tribulación, apunta a diferenciar entre la ira de Dios y la ira del diablo o del dragón. En otras palabras, dicen que “la ira de Dios” es el castigo eterno en el infierno y posterior lago de fuego y azufre; y por su parte, “la ira del diablo o del dragón” sería la que la iglesia deberá padecer en el tiempo de la gran tribulación. ¿Es esto lo que la biblia, y solo la biblia enseña?
El día del Señor
En primer lugar, se debe decir que no hay ningún pasaje bíblico que nos enseñe que la ira de Dios es una descripción sinónima del castigo eterno en las llamas del infierno, aun cuando el castigo eterno conlleve la manifestación de juicio e indignación conforme al carácter justo de Dios. No podemos arbitrariamente encerrar en un solo conjunto, la enseñanza bíblica de la ira de Dios y el juicio eterno. No olvidemos que la ira de Dios se desata sobre la humanidad en la tierra, pero el castigo eterno será en las partes mas bajas de la tierra (infierno – Vea efesios 4:9).
En segundo lugar, la biblia sí enseña desde el antiguo testamento que vendrá un período de ira a la tierra al cual se le llama el “día del Señor” temible y espantoso. Es importante entender que acá el término “día” no se refiere a la secuencia de veinticuatro horas, sino que, a un período de tiempo, y que la biblia lo precisa en tres años y medio, o mil doscientos sesenta días, o un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo (apocalipsis 12: 6 y 14) o cuarenta y dos meses (apocalipsis 13: 5). A continuación, veamos algunos pasajes del antiguo testamento en donde se anuncia la venida de este tiempo de castigo y de la santa indignación del Señor:
“Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido” Isaías 2: 12
“Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso… He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes” Isaías 13: 6-11
“¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob” Jeremías 30:7
“Mas ese día será para Jehová Dios de los ejércitos día de retribución, para vengarse de sus enemigos” Jeremías 46:10
“Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Lamentad: ¡Ay de aquel día! Porque cerca está el día, cerca está el día de Jehová; día de nublado, día de castigo de las naciones será” Ezequiel 30:2-3
“¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso” Joel 1:15
“Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra” Joel 2: 1-2
“porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor” Joel 3:14-15
“¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor? Amos 5:18-20
“Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra” Sofonías 1:14-18
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos…Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos…el día de Jehová, grande y terrible” Malaquías 4: 1-5
¿Qué más argumentos podemos presentar ante estos textos bíblicos categóricos que anuncian desde la antigüedad, que sí vendrá un tiempo de castigo a la tierra, y que se denomina como día de Jehová o día del Señor, y que conlleva su ira e indignación? Si creemos en la biblia en sentido literal, debemos aceptar esta doctrina de modo literal. El Señor Jesucristo se refería a este día diciendo: “muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” Mateo 7:22-23. Este día, será aquel en donde la ira de Dios se desatará contra los pecadores no redimidos, y esto será en la tierra, y no en el infierno.
Por su parte, Pablo también enseño la doctrina de la ira de Dios refiriéndose al “día del Señor” cuando dice:
“Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” 1ª tesalonicenses 5:2-3
“que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá [el día del Señor] sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” 2ª tesalonicenses 2: 2-3
En ambos textos el “día del Señor” conlleva un escenario lóbrego, de dolor y destrucción. Será el tiempo en que Dios desatará su ira que hasta ahora esta contenida según sus planes soberanos, pero llegará “aquel día” cuando la ira de Dios caerá a este mundo. Pedro dice:
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” 2ª Pedro 3:10
Este es otro texto que hace referencia a “ese día” en donde la ira y el castigo ocurrirá en la tierra, y no en el infierno. Por su parte Juan agrega de manera mas precisa al decir:
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” apocalipsis 3:10
“porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? apocalipsis 6:17
En el primer texto, El Señor está notificando a la iglesia verdadera representada en aquella que se reunía en Filadelfia, de que será sacada fuera de la hora de la prueba que ha de venir al mundo en ese período que se conoce como “el día del Señor”. En el segundo texto, se esta narrando lo que los hombres dirán en medio del temible día del Señor descrito aquí como “gran día de su ira”. Por lo tanto, decir que la ira de Dios es una descripción sinónima del infierno o castigo eterno en el lago de fuego y azufre, es interpretar arbitrariamente la biblia atropellando la literalidad de la misma. La ira de Dios se derramará sobre la tierra en un periodo que la biblia lo llama “el día del Señor o el día de Jehová”, y por supuesto, que la iglesia de Cristo no estará en la tierra en ese período.
La ira del diablo o ira del dragón
Hay maestros que están enseñando que la iglesia será librada de la “ira de Dios” porque dicen que se trataría de una descripción sinónima del infierno o castigo eterno, pero que, sin embargo, pasará un período en donde padecerá la “ira del diablo o del dragón”. ¿Es esto cierto?
Por ejemplo, el predicador José Manuel Sierra que tiene varias interpretaciones “sui generis” en comparación con la doctrina ortodoxa, para lograr explicar aquellos pasajes en donde Pablo enseña que la iglesia sí será librada de la ira venidera (romanos 5:9, 1ª tesalonicenses 1:10 y 5:9), él dice que esta ira se refiere al infierno o castigo eterno; asunto que fue abordado en el punto anterior en donde vimos que la ira venidera no es sinónimo del castigo eterno. La ira de Dios se desata en la tierra, pero el castigo eterno se desata en las partes mas bajas de la tierra (infierno).
Sin embargo, José Miguel Sierra incorpora algo más, para validar su enseñanza de que la iglesia sí pasará por un tiempo de prueba y tribulación, y que tendría que ver con un período bajo “la ira del diablo o del dragón”. De esa ira, dice él, no hemos sido librados. ¡¡QUE!! ¿cómo qué no? ¿Acaso Cristo no dijo desde la cruz que todo ya ha sido consumado? (Juan 19:30). ¿Acaso Pablo no enseñó que quienes estamos en Cristo, ya vivimos en la esfera de su triunfo sobre el diablo allí en la cruz? (colosenses 2: 8-15) ¿A qué se está refiriendo el Sr. Sierra con su enseñanza?
Hay declaraciones de él, en donde dice que, en uno de sus tour por Israel, y estando en el muro de los lamentos en la explanada de Jerusalén, se le habría aparecido un rabino que le reveló la correcta interpretación de apocalipsis 12: 1-17 que habla de una mujer y de un dragón. (con solo oír esto, ya se nos deberían encender todas las alarmas…)
Según aquel rabino, que escogió al Sr. Sierra por ser un gran “influencer” en el medio evangélico, y al cual lo siguen multitudes; la mujer que aparece descrita en el texto de apocalipsis 12, es la iglesia de Cristo, la cual será brutalmente perseguida por el dragón en el tiempo de la gran tribulación, aludiendo al pasaje que dice: “porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira” apocalipsis 12:12. En medio de esta declaración de aquel rabino que impactó al Sr. Sierra, dice que después de ese encuentro y de oír esa “revelación”, Sierra lo quiso buscar, pero el rabino ya había desaparecido, relato que deja un sabor a algo así como sobrenatural, y que, por cierto, cautiva a quienes tienen comezón de oír cosas nuevas.
La mujer y el dragón
Debemos decir, que la mujer que aparece en apocalipsis 12 No es una descripción de la iglesia de Cristo, sino que de Israel. El texto y contexto lo confirma. Tan solo basta con prestar atención en el detalle del primer versículo donde dice: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (apocalipsis 12:1).
Esta descripción no puede interpretarse al arbitrio de nuestra imaginación, como lo hizo este rabino que iluminó al Sr. Sierra; o como lo ha hecho por siglos la Iglesia Católica diciendo que la mujer sería la “santísima virgen María”. Debemos invertir más tiempo en la biblia para descubrir alguna concordancia o correlación al respecto. Y en ese ejercicio saludable de interpretación sana, nos encontraremos con una impresionante similitud en la descripción que José entrega a Jacob su padre respecto a un sueño, cuando dice:
“Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí” génesis 37:9
Este sueño de José que despertó el enojo de su padre Jacob y la envidia de sus hermanos no era otra cosa, sino que una revelación de una profecía que se cumpliría en un futuro próximo cuando José, ya hecho grande con un alto cargo en Egipto, recibe a sus hermanos y les dice que todo lo que había ocurrido era un plan soberano de Dios para preservación de su pueblo Israel (génesis 45: 4-8). En esa línea interpretativa podemos entender que la mujer de apocalipsis que da a luz un hijo y que padece de la ira del dragón, no podría ser otra figura, sino que aquella que representa a Israel de cuya descendencia vino Cristo nuestro Señor y Salvador. Por su parte, el sol y la luna son símbolos de lumbreras, porque Israel será luz a las naciones y las doce estrellas simbolizan las doce tribus de Israel (Isaías 49:6).
Además, podríamos agregar que, en la biblia, Israel en más de un pasaje es comparado con una mujer, y en particular con una mujer encinta y con dolores de parto (Isaías 13:8, 21:3, 26:17, 49:15, 66:7-9, Jeremías 4:31, Oseas 13:13). De Israel vino la simiente de redención (romanos 9: 3-5), y precisamente será Israel quien padecerá mucho en el tiempo del juicio de Dios en la gran tribulación (Jeremías 30:7). Por lo tanto, la mujer de apocalipsis No es la iglesia de Cristo, sino que Israel.
La final trompeta
Entendiendo que esta final trompeta no puede ser la séptima trompeta que tocará el ángel en el tiempo de la gran tribulación, dado que los creyentes de la iglesia No pasarán por ese período de juicio y de la ira de Dios, cabe preguntarnos entonces: ¿A que se refiere con final trompeta?
Pablo presenta en varias partes en sus epístolas, un lenguaje de descripciones marciales que nos permiten comprender, con ilustraciones y de manera más simple, las profundas enseñanzas del misterio de Dios. Por ejemplo, le llama “soldado” a su discípulo Timoteo y lo insta a “pelear la buena batalla” (2ª Timoteo 2: 3-4, 1ª Timoteo 6:12); a los efesios les instruye a vestirse con toda la indumentaria de un soldado romano (efesios 6: 11-17); a los corintios les enseña acerca de las armas de la milicia (2ª corintios 10:3-4), y en lo particular, usa la trompeta en más de una ocasión para argumentar el llamado de atención y anuncio de algo que está por venir.
Por ejemplo, en el contexto de los dones espirituales, Pablo dice: “Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?” 1ª corintios 14: 8. Aquí entendemos que la trompeta es un instrumento usado por los heraldos que eran aquellos que anunciaban la entrada del rey, algo que iba a suceder o la partida de una legión de soldados para emprender la marcha hacia la batalla. Por tal razón, el toque tenía que ser certero para que los soldados estuvieran prestos a lo que venía. De hecho, hasta el día de hoy, el toque de trompeta es usado para definir los distintos movimientos de infantería de los soldados, o también para ejecutar ciertos ritos marciales.
En ese contexto histórico, descubrimos que al menos existían tres toques de trompeta que llamaban la atención de los soldados; el primer toque era para llamar a las tropas al patio; el segundo toque era para formar la compañía, y el tercer toque o la final trompeta era para emprender la marcha. Así de simple. De modo que a través de los toques de trompeta había detrás un anuncio que se acercaba. Es el mismo propósito de aquellas trompetas que sonaban en tiempos de Moisés (lea números 10: 1-10). Allí se describe que los toques de trompeta servían para convocar a la congregación, mover los campamentos, reunirse a la puerta del tabernáculo, salir a la guerra, para los días de alegrías y solemnidades, etc.
Ahora bien, cuando Pablo está hablando del evento escatológico extraordinario de la resurrección de creyentes y de la transformación de aquellos que estén vivos en ese momento, usa la expresión “a la final trompeta”. Allí Pablo utiliza un sustantivo griego (salpigks) que alude a una trompeta de guerra, cuyo toque anuncia el movimiento de las tropas. Este lenguaje marcial, es presentado del mismo modo en el pasaje que dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” 1ª tesalonicenses 4:16. Aquí el apóstol usa el mismo término para trompeta. Es decir, la fuerza en ambos pasajes apunta a la idea marcial (voz de arcángel) en un evento sin precedentes, cuyo Adalid y centro de todo ese glorioso espectáculo, no podría ser otro que nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Atendiendo entonces a la interpretación histórica y cultural, entendemos que ya han sonado los primeros dos toques de trompetas preliminares; en donde los redimidos ya han sido convocados y preparados, pero “la final trompeta” que se tocará, creemos, muy pronto; será la orden final (voz de mando) para partir de este mundo y estar con Cristo para siempre. Será en ese momento cuando los redimidos de la iglesia junto con aquellos que murieron en Cristo esperándolo, serán glorificados, y se juntarán en las nubes para recibir al Señor en el aire (no en la tierra), y así estarán con él para siempre. Por tanto, alentémonos y consolémonos con estas palabras (1ª tesalonicenses 4: 15-18)
Atendamos esto con cuidado, considerando que, Si la “final trompeta” fuera la que tocará el ángel en el tiempo de la gran tribulación, como varios predicadores valentones enseñan; entonces el llamado de Pablo a consolarnos (v18) no tendría ningún sentido, porque la séptima trompeta del apocalipsis anuncia la serie de los juicios de las siete copas de la ira de Dios (apocalipsis 16:1-21) La biblia enseña con absoluta claridad, que la iglesia No pasará el periodo de juicio en donde la ira de Dios se derramará sobre el mundo entero. Pablo dice: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” romanos 5:9: “y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” 1ª tesalonicenses 1:10; “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” 1ª tesalonicenses 5:9
Amados hermanos, la “final trompeta” es aquella que no solo levantará a los muertos en Cristo, sino que nos anunciará a quienes quedemos sin ver muerte, que ha llegado la hora de partir a los cielos a las moradas del Padre, y ser transformados con cuerpos de gloria, y gozar de todas las promesas que El Señor nos ha entregado en su Palabra. ¡Pero lo principal, veremos al Señor tal cual es! ¿Lo crees? Maranata!
PEL 01/2025