COMEZÓN DE OIR
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” 2ª Timoteo 4:3-4
¡Con que precisión se cumple esta profecía dicha por Pablo aproximadamente dos mil años atrás! Porque nadie podría negar el hecho sintomático que se ha ido manifestando con más fuerza sobre aquella “comezón de oír” cosas nuevas y desapegarse de la ortodoxia. Cada vez, más miembros de iglesias abandonan sus congregaciones debido a la búsqueda de satisfacer su “comezón de oír”.
Ya no solo feligreses están con este verdadero “prurito o picazón de oído”, sino que líderes que hasta hace poco enseñaban y defendían doctrinas conservadoras y apegadas al texto bíblico, pero que el despertar de su propio apetito por buscar y escuchar cosas novedosas, los ha llevado a abandonar, y hasta repudiar enseñanzas que otrora presentaban con tanta vehemencia.
Por ejemplo, la doctrina bíblica del inminente arrebatamiento “pre tribulacional”, que en estas últimas décadas se ha transformado en una de las enseñanzas más atacadas y ridiculizadas por muchos de los que antes la enseñaban y defendían; argumentando que es una doctrina que no tiene historia en la iglesia y que solo parte desde el siglo XIX; que vendría de los escritos de un cura jesuita llamado Manuel Lacunza, o de la revelación de una tal Margaret Mac Donald, o de la enseñanza del irlandés John Nelson Darby o Cyrus Scofield, y en el peor de los casos, todo esto se sustentaría en la novela “Dejados atrás” de Tim LaHaye, Jerry B. Jenkins, llevada al cine el año 2014.
Obviamente, argumentos falaces que caen por su liviandad y caricaturización de la verdad. Pero, sin embargo, debido a la “comezón de oír” muchas personas “busquillas” que no se satisfacen con la sana doctrina, han mordido el anzuelo de las cosas novedosas, y han cambiado fácilmente de manera de pensar. Ya pablo lo advertía a la iglesia en Tesalónica que vivió algo muy similar a lo que estamos presenciando hoy:
“…no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra…” 2ª Tesalonicenses 2:2
1.Comezon de oír
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír” 2ª Timoteo 4: 3a
No cabe duda de que la “comezón de oír” de los últimos tiempos, ha dejado como saldo a muchos aventureros que fluctúan de un lugar a otro para buscar satisfacer el placer y la ansiedad de oír cosas nuevas, pero apartando de la verdad el oído y volviéndose a las fabulas.
El apóstol Pablo le advierte a Timoteo que así serán los tiempos finales. Él le dice: “vendrá tiempo” utilizando el vocablo griego “Kairos” que habla de una época. Es decir, no es simplemente un tiempo secuencial o limitado, sino que corresponde a una época en la gente no soportará la sana doctrina. Acá la palabra “sana” también puede se traducida como “buena y limpia”; de hecho, la raíz en griego (hugiainó) es de donde proviene la palabra “higiene”. En otras palabras, el tiempo profético anuncia que no soportarán la doctrina “sana, limpia y buena”.
La razón de este gran rechazo y repudio a la “sana doctrina” es precisamente la “comezón de oír”. Aquí Pablo utiliza un término en griego (knéthó) que literalmente puede ser traducido como “picazón, o prurito”. Es sabido que uno de los síntomas que produce mucha ansiedad en una persona, es cuando asoma una “picazón” en el oído. No hay tranquilidad en el individuo, sino hasta que haya aplacado aquella picazón, y buscará cualquier medio que sea necesario para eliminar ese prurito que le inquieta. Que bien nos hace primeramente considerar en el plano natural y orgánico, que el oído es un órgano muy delicado, por lo que no es recomendable introducir cualquier objeto para eliminar la picazón, ya que un movimiento inadecuado podría dañar irreversiblemente el órgano o atrofiarlo. Me pregunto ¿cuánta analogía tiene este ejemplo con nuestro “oído espiritual”? ¿Será que el “comezón de oír” del último tiempo, podría ser saciado mediante cualquier doctrina novedosa y mítica, pero que al final pudiera terminar dañando o atrofiando nuestra sana vida espiritual? Pablo le decía a los corintios: “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” 1ª Corintios 15:33
Recordemos cuando Pablo llega a Atenas, a la cuna de la filosofía griega. Fue allí donde estaban los grandes intelectuales de alta crítica que ejercitaban su dialéctica en medio de razonamientos humanos. Pablo con su espíritu enardecido por causa del paganismo ateniense, debió enfrentar esa experiencia de confrontación ante oyentes intelectuales con “comezón de oír”. La biblia relata:
“Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo)” Hechos 17:19-21
Este relato es muy nutrido, y nos permite entender mucho mejor el fenómeno que esta ocurriendo en medio de la actual cristiandad con “comezón de oír”. Porque actualmente hay muchos que solo buscan “cosas nuevas” que les estimule y les satisfaga el prurito de oído.
Pablo llega a presentar el evangelio en medio de corrientes filosóficas epicúreas y estoicas. En medio de hombres intelectuales y pensadores, cuyo mensaje de la cruz solo les nubla y les confunde. Por tal razón, no todos creyeron al evangelio y el resultado de la predicación de Pablo fue esta:
“Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Y así Pablo salió de en medio de ellos” Hechos 17: 32-33
Lo primero es reconocer la fidelidad de Pablo en presentar intransigentemente a Cristo, y a este crucificado, aun en medio de aquellos “señoritos” e intelectuales de salón. Con justa razón el propio Pablo les decía a los corintios: “…no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado” 2ª Corintios 2:1-2
Obviamente, aquellos que solo buscan la sabiduría terrenal, rechazaron a Pablo y se burlaron de él. Otros con más mesura, le dijeron “diplomáticamente”: “Ya te oiremos acerca de esto otra vez”. Sin embargo, “algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos” hechos 17:34
- Maestros “iluminados e Influencer” de las redes sociales
“se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias” 2ª Timoteo 4:3b
Posteriormente al confinamiento obligatorio durante el período de la pandemia llamada COVID-19, la proliferación de mensajes evangélicos a través de las redes sociales, “explotó” de manera exponencial. Muchas iglesias cerradas y muchas personas con “comezón de oír”, fue el germen suficiente para dar paso a lo que ahora vemos consolidado en medio del acontecer de la cristiandad actual. Muchos dejando la enseñanza sencilla y la ortodoxia de la biblia, han escogido migrar como aventureros al terreno de las redes sociales, y cual “abejas errantes”, andan buscando y extrayendo “el néctar” de cualquier flor que se abre con cosas novedosas y persuasivas. Han abandonado sus deberes en la iglesia local, la comunión y su participación activa, a cambio de la virtualidad y la búsqueda de fuentes que les puedan satisfacer su propia “comezón de oír”.
Este lóbrego escenario, que ha traído efectos negativos a las iglesias locales, ha llevado a muchos pastores a “replantearse” en cuanto a su firmeza en la ortodoxia de la enseñanza, y por lo tanto, también están sucumbiendo ante las demandas de aquellos que tienen “comezón de oír”, y que exigen satisfacer su placer, tal cual aquellas mujercillas a las que se refiere Pablo a Timoteo: “están siempre aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” 2ª Timoteo 3:7
Por esto mismo, en estos últimos años, han proliferado nuevos “iluminados” especialistas en “dar respuesta” y aplacar las demandas de un publico objetivo extenso, y con fuerte “comezón de oír”. Estos son los actuales “pastores influencer” que dan respuesta, razones y recetas a las preguntas más inverosímiles, y que nunca antes nadie pudo entregar. Son los actuales “iluminados” que comienzan a “revelar” el verdadero significado de los pasajes de la biblia, y que descubren presumidamente lo que nunca nadie antes hizo. Para un creyente maduro, esta es solo la evidente arrogancia que brota por los poros de estos “iluminados, narcisistas y sabelotodo”, pero para quienes tienen “comezón de oír”, estos “influencer” representan la anhelada fuente de satisfacción a esa “picazón de oído” del último tiempo.
En el lenguaje de redes sociales, la palabra “influencer” es una transliteración del inglés al español, y que describe la característica de individuos que “influencian” a sus seguidores y que, gracias a su verborrea y elocuencia, capturan la atención de quienes navegan por estas redes buscando satisfacción a sus oídos. Otra expresión que se usa en las redes sociales es el “trending topic” que en español significa “temas de interés o tendencias”. Estos iluminados e influencer marcan tendencias en las muchedumbres con “comezón de oír” y que demandan ser respondidas.
Es en esta plataforma impersonal, es donde vemos también otra de las aristas de las profecías bíblicas cumplidas literalmente en cuanto la “acumulación” de “maestros” que enseñaran fabulas, mitos y cosas artificiosas y sensuales, y que seducen a quienes no disciernen entre el pasto sintético y el verdadero.
Lo dramático, es que el texto bíblico advierte que estos “maestros” enseñaran según sus propias concupiscencias, es decir, según su propio deseo, sea este malo o bueno. La palabra “concupiscencia”, no necesariamente significa algo malo, sino que puede ser algo bueno, pero que mana solo del deseo humano, pero no de Dios. Jeremías decía:
“No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová” Jeremías 23:16
- Apartarse de la verdad
“y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” 2ª Timoteo 4:4
Acá llegamos al resultado de lo descrito anteriormente. El síndrome de la “comezón de oír” y la acumulación de “maestros” que enseñan según sus propios deseos, dejan como saldo, el que sus oyentes abandonen la sana enseñanza para terminar “volviéndose a las fábulas”
Es sorprendente ver individuos que un tiempo estuvieron oyendo la verdad sin aspavientos ni sensacionalismos, y que después, presos de su propia “comezón de oír”, apartaron su oído de la verdad, y ahora se deleitan en las mentiras y cuentos que les dispensa el gurú de turno. Desde nuevas revelaciones e interpretaciones a negaciones de la irrefutable verdad bíblica es la amplia gama de historias creadas como sustituto de la verdad.
Es muy importante considerar que Pablo utiliza la palabra “apartarán”, que corresponde al vocablo griego “apostrephó”, de donde deriva la palabra “apostasía”, que también es otra de las características del último tiempo (1ª Timoteo 4:1). Es decir, muchos de aquellos que tienen “comezón de oír”, y que no les satisface la doctrina limpia, pura y sana, se transformarán irremisiblemente en apostatas, lo que confirma que los tales nunca han nacido de nuevo. ¡Esto sí que es serio!
El que muchas personas “aparten de la verdad el oído”, significa que nunca tuvieron oídos para oír la verdad. Porque aquel que está en la verdad, permanecerá en la verdad. Porque lo que verdaderos creyentes perseverarán en la verdad. Juan dice:
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros” 1ª Juan 2: 19
Recordemos que no todos tienen “oídos para oír”. Nuestro Señor Jesucristo usaba frecuentemente esta clásica frase y advertencia en sus enseñanzas (Mateo 11:15; 13:9; Marcos 7:16; Lucas 14:35; Apocalipsis 2:7,11,17,29; 3:6,13,22), por lo tanto, aquellos que solo simpatizan con el evangelio, tarde o temprano, se aburrirán y apostatarán, apartando su oído de la verdad para volverse a las fabulas.
La palabra “fabula”, proviene del vocablo transliterado del griego “mito”, lo que significa lisa y llanamente: “mentira”. Corresponde a un relato falso que se presenta como si fuera verdad; una fabricación (fábula) cuyo propósito es reemplazar lo que realmente es verdadero. No olvidemos que en el último tiempo el Dios Soberano estará permitiendo una operación de error o poder engañoso para que crean la mentira (2ª Tesalonicenses 2: 10-12).
Amados hermanos, Dios no quiere que concibamos su iglesia solo como un lugar donde saciar una “comezón de oír”. La iglesia es la convocación de los santos redimidos solo por gracia por medio de la fe de nuestro Señor Jesucristo, para perseverar en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Cuatro actividades que sostienen la plataforma de actividad de toda iglesia local, y cualquiera que de estas falte, la plataforma cojeará.
La doctrina apostólica no fue dada para “rascarnos la picazón de oído”, sino para profundizar y crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y procurar vivir en consonancia a sus preceptos y santa voluntad. La iglesia no es un lugar para solo oír erudición y conocimiento, sino que es la asamblea donde los hermanos se deben servir unos a otros, estimularse al amor y las buenas obras, orar juntos, y perseverar juntos unánimes hasta que El Señor venga a buscarlos en aquel inminente arrebatamiento. Amén que así sea. Maranata.
PEL 09/2023