“Los que te guían te engañan…” Isaías 3:12
1. Las religiones no salvan: La enseñanza del Señor Jesucristo nunca tuvo la perspectiva de una religión como tantas que se conocen, en donde el denominador común es que el hombre busca a Dios y su redención (salvación) mediante buenas obras, méritos, ritos, sacramentos y cumplimientos de mandamientos. La biblia enseña que la salvación es sólo por gracia por medio de la fe en la obra todo suficiente del Señor Jesucristo (Efesios 2:8–9).
2. El diezmo es un fraude: Ha sido la gran estafa de la religión, que ha permitido el enriquecimiento ilícito de muchos líderes manipuladores, que han usado la biblia y la religión como fuente de ganancia, haciendo mercadería de sus propias feligresías. Eso el Señor lo condena (2ª Pedro 2:3 / Judas 1:16). El diezmo era un impuesto que Dios estableció exclusivamente con su pueblo Israel (Deuteronomio 14:22, Levítico 27:30) y que consistía en la décima parte de lo que producía la tierra (de Israel) sea grano, semilla, fruto de árbol, aceite, vegetal o ganado, para repartir con los desamparados y necesitados, esto es: Levitas, extranjeros, huérfanos y las viudas (Deuteronomio 14:29; Deuteronomio 26:12). Nunca fue dinero, y nunca ningún apóstol de Jesucristo enseñó tal impuesto dentro de la iglesia en el primer siglo.
3. ¿Crees que Dios existe; y el cielo y el infierno?: La biblia enseña que el necio dice en su corazón que Dios no existe (Salmos 53:1; Romanos 1:19–20). La biblia nos enseña la existencia sobre el cielo y el infierno para entender que después de la muerte sólo existen esos dos destinos (Cielo: Mateo 5:3-12; Mateo 6:9–10, 20; Filipenses 3:20; 1ª Pedro 1:4, Infierno Mateo 10:28; Mateo 25:41–46; Lucas 16:23; 2 Tesalonicenses 1:8–9; Hebreos 10:27).
4. ¿Crees que el fin del mundo está cerca?: La biblia enseña que todo lo que vemos está reservado para el fuego en su destrucción final (2ª Pedro 3:7). Los propios discípulos le preguntaron al Señor Jesucristo acerca del fin del mundo (Mateo 24:3-14). Las profecías bíblicas son presentadas con un carácter de inminencia (próxima, inmediata, cerca, etc.), lo que significa que el tiempo está cerca y que los creyentes siempre deben vivir en esa perspectiva (Apocalipsis 1:3; 22:10).
5. Cuando mueras: ¿Irás al cielo o al infierno?: La muerte es una realidad indiscutible que nadie puede negar. La biblia enseña que toda persona que muere creyendo en el Señor Jesucristo como su único y todo suficiente Salvador, tiene vida eterna, y su destino final será el cielo (Juan 3:16–17; Juan 5:24; Juan 11:25–26; 1ª Tesalonicenses 4:13-17). Al contrario, toda persona que muera No creyendo en el Señor Jesucristo como su único y todo suficiente Salvador, se perderá por toda la eternidad en un lugar de tormento llamado infierno (Juan 3:18; Juan 5:29; Mateo 25:41; 2ª Tesalonicenses 2:10–12).
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