LA POLITIQUERÍA EVANGÉLICA ANTE UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

El permanente germen que polariza la iglesia

 


 

“Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes” Salmos 118: 8-9

Es una vergüenza ver a la iglesia evangélica fraccionándose en debates políticos. El mundo incrédulo que se nutre especialmente de la prensa sensacionalista, observa con evidente escarnio el patético espectáculo que los evangélicos están protagonizando en los medios de comunicación, y que en lugar de evangelizar como el Señor ha mandado, se dedican a vociferar proclamas tendenciosamente políticas; usando la biblia para pretender argumentar sus intereses y posiciones particularmente políticas. Con justa razón dijo Pedro que el camino de la verdad será blasfemado (2ª Pedro 2: 2), y eso es lo que precisamente hacen los incrédulos ante la necedad de aquellos que se arrogan ser la voz de la iglesia evangélica de Chile.

El germen de la política partidista dentro de la llamada iglesia, no es algo nuevo, y que reverdece cada vez que un país se acerca a procesos eleccionarios. En Chile, se aproxima la próxima votación plebiscitaria, en donde se aprobará o rechazará la confección de una nueva constitución. Por otro lado, se observa la efervescencia político-religiosa en Estados Unidos ante la próxima votación presidencial, y que tiene a los evangélicos en una ardiente disputa para defender a sus “hombres o príncipes” que les representarán en el futuro.

Lo reconozcamos o no, vemos que la llamada “iglesia de Cristo”, la cual está llena de temores porque ha perdido su confianza en el Soberano Dios, y la ha puesto en el hombre y en los príncipes de este siglo, no le queda otra alterativa que hacerse parte de manera enérgica y protagonista, en todo proceso electoral, ya que desde allí mana “su clave” de esperanza y éxito en el futuro inmediato. Es una cristiandad que confía en el hombre, y que pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Dios (Jeremías 17:5). No en vano dijo El Señor, que una de las características del último tiempo será precisamente la falta de fe. La biblia dice: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).

Todos aquellos que defienden con “uñas y dientes”, la idea de que la iglesia sí debe participar en política contingente , argumentan vehementemente que Cristo habría dejado a la iglesia en este mundo, para ser “luz del mundo y sal de la tierra”; por lo tanto – agregan –  los cristianos deben hablar con una “voz enérgica y presente” en medio de la contingencia política y en toda coyuntura social de la nación.  Ellos llegan a decir que, “les preocupa el país que dejaran a sus hijos y nietos, etc.”. Es decir, además revelan una escasa, por no decir, nula esperanza en el control total que siempre seguirá teniendo el Dios Soberano, y de la gloria venidera reservada para aquellos que han nacido de nuevo en Cristo.  Con una mínima sensatez bíblica, nos debería preocupar más la salvación del alma de nuestros hijos, que “el país que les podríamos dejar”.

La posición deliberadamente activista de la cristiandad actual, y que la estamos viendo en las franjas políticas que aparecen en la televisión o en marchas presenciales con pancartas y cornetas inclusive; revela con evidencias, que el germen de la política sigue enquistado en su propio seno, y que brota cada vez con más fuerza hacia un radicalismo tal, que está fomentando la profunda polarización política la que ciertamente Dios aborrece. Por su parte, los pastores, en lugar de guiar a sus rebaños por la verdadera perspectiva bíblica, han extraviado la brújula del evangelio puro, y ahora están “avivando el fuego” a esta politización religiosa, sin poder discernir la letalidad espiritual que trae consigo. Podríamos decir con total certeza, que ya muchos “cristianos” han abandonado toda perspectiva peregrina y celestial, y ahora solo piensan en lo terrenal.  Pablo decía:

“…enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” Filipenses 2: 18-20

LOS EVANGELICOS USADOS COMO INSTRUMENTOS POLITICOS

Quizás muchos no saben que, en Chile, el “tedeum evangélico” nació mediante una instrumentación política en la década de los setenta, y los intereses de aquel gobierno de turno, siempre fueron políticos; porque al igual que su madre la iglesia católica, estas iglesias evangélicas siempre han sido oportunistas y han corrido tras prebendas de los gobiernos de turno. Obviamente, dependiendo de la popularidad y aprobación de tal o cual gobierno, se revisa si hay algún interés o proyección futura para estas iglesias, y allí se alienan impúdicamente. ¡Que insulto al Señor!

Pero esto no es una situación de este país en particular, recordemos lo que pasó con el famoso Constantino El Grande. Este fue un emperador romano del siglo IV, desde el año 306 al 337 d.C., por muchos considerado el primer emperador “cristiano”. Pero la verdad que no fue así. Como todo buen político, al ver por un lado su caída popularidad, y por el otro lado, un importante fermento de cristianos anhelantes de influencia social y reconocimiento público (al igual que hoy), el emperador Constantino decidió dar un “golpe de timón” durante su gobierno, declarando al “cristianismo” como la religión oficial del imperio.

Como bien sabemos, la estrategia de Constantino fue claramente de instrumentalización política, y sus decisiones jamás obedecieron a una verdadera conversión al cristianismo, sino que a la mera búsqueda de la masiva aprobación popular. De lo contrario, no habría permitido el sincretismo religioso que fusionó el paganismo romano con el cristianismo, y que finalmente dio vida a lo que hasta ahora conocemos como catolicismo romano.  Ciertamente todos aquellos “cristianos” que deseaban el reconocimiento público y trabajar para un mundo mejor,” mordieron el anzuelo”, pero los remantes fieles que siempre Dios se ha reservado por gracia, siguieron su camino en el anonimato, esperando en las promesas del Señor y su inminente regreso.

Recordemos que por esos días la persecución a cristianos ya no daba resultados, es decir, se mataban diez cristianos, pero se levantaban   veinte nuevos creyentes aún más fieles y más radicales. Constantino como todo buen político, supo que, a la hora de la aprobación popular, debía aplicar la antigua sapiencia que hasta hoy versa así: “si no puedes contra ellos, únete a ellos”; y eso fue justamente lo que hizo. Dictó un decreto oficializando al “cristianismo” como la religión imperial y el término de la persecución; fue en ese momento cuando los infaltables pseudo- cristianos llegaron al poder y se comprometieron con el César, doblegándose de manera rastrera a sus designios y hegemonía. La cristiandad ha tropezado muchas veces con la misma piedra, la cual es: “confiar en los hombres y dejar de mirar hacia arriba”.  Por tal razón, que necesario es meditar en el texto que encabeza este artículo: “Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes” Salmos 118: 8-9

NUEVA CONSTITUCION EN CHILE. ¿Paraíso o infierno?

Debido a la profusa circulación en redes sociales de audios y videos “evangélicos” que llaman a votar por “rechazo o aprobación” a una nueva constitución acá en Chile, es oportuno reflexionar en lo siguiente: En primer lugar, debemos entender que la debacle social, local y a nivel mundial, se debe al pecado del hombre en todo su amplio espectro (social, moral, espiritual, etc.).

 No te confundas en pensar que, el desastre mundial y la verdadera distopía en la cual vivimos, se debe a las “malas políticas de estado”, porque la biblia nos enseña que todo el mundo está bajo el maligno (1ª Juan 5:19). Los estados y los gobiernos que rigen esta sociedad, del color político que sea, están profundamente influenciados por los planes malignos que luchan en contra de los intereses de Dios. No solo la ideología marxista y su abierto ateísmo, que amedrenta tanto a los evangélicos, sino que también la derecha religiosa e hipócrita. Todo está bajo el maligno.

Los cristianos que creen en la Biblia como única norma de conducta y de fe, no pueden decir que la derecha política es mejor que la izquierda o vice versa. La izquierda política actúa en respuesta a la derecha política, pero ambas facciones políticas, no actúan en conformidad a la moral y justicia de Dios.  No existe fórmula o política humana que cumpla con la exigencia y altura de la moral de Dios. ¿Estás de acuerdo? ¿Y si estás de acuerdo, como entonces podrías hablar de “escoger el mal menor”? ¡A qué punto de insensatez ha llegado la voz de los que se llaman la “iglesia de Cristo”!

Ahora los evangélicos dicen que “el mal menor” es mantener la actual constitución, porque hacer una nueva, llevará al país a una debacle social y moral de ideología marxista, y que pasaríamos del “paraíso al infierno”. Ellos hablan de Karl Marx y su manifiesto comunista, o de Antonio Gramsci y su marxismo cultural, sin siquiera conocer los temas y sin haber leído lo mínimo para formular una opinión seria y acabada. La verdad que ellos repiten lo que ven u oyen por Youtube y se alimentan de las diarias cadenas de mensajitos que circulan por las redes sociales. Esa es la cristiandad de hoy lamentablemente.

Ellos dicen que, si se cambia la constitución, se aprobarán leyes que van en contra de la moral de Dios, como el aborto, la homosexualidad, la identidad de género, etc. etc. Pero ¿de qué están hablando? ¿No fue con la actual constitución de 1980, que se aprobó la ley de aborto por tres causales (Ley No. 21.030 del 23/09/2017), la ley identidad de género (Ley No. 21.120 del 10/12/2018) y la ley de unión civil para parejas del mismo sexo (Ley No. 20.830 del 21/04/2015)?

¡¡Tres leyes desarrolladas y aprobadas por gobiernos de derecha e izquierda!! ¿Lo sabía? Entonces, es necesario impedir que nos sigan “tomando el pelo” haciendo que repitamos como “loros” lo que oímos o leímos en internet. Debemos estudiar más la biblia y ser persuadidos por ella, y no por hombres que quieren politizar el evangelio e instrumentalizar a la iglesia. Así que, desde ahora, menos Youtube y más biblia. Menos redes sociales y más vida devocional. Mirar más hacia al cielo que la tierra. Pablo decía:

 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” Colosenses 3: 1-2

Además, cabe señalar a modo de repaso, que la biblia enseña abundantemente que la moral de Dios no solo pone en alto los valores de la familia nuclear, del sexo y de la procreación, sino que también, de la justicia y la equidad en la cual debe vivir toda familia sin excepción. Dios no solo exige valores morales de la familia y del sexo, sino que también exige a la misma altura, la ética de la justicia, la equidad y el respeto al prójimo. ¿te das cuenta que no es simple hablar de que tal o cual facción política defiende los valores de Dios?

Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con el manejo de la información que circula por estos audios deliberadamente políticos y con opinión sesgada, ya que también están siendo usados para polarizar la iglesia de Cristo entre derecha e izquierda (ahora es el turno del “apruebo o rechazo una nueva constitución”, mañana será con el candidato a, b o c, etc.). No olvides que satanás, como estratega, toma palco para ver como los cristianos se pelean defendiendo posturas políticas incapaces de solucionar los problemas de la humanidad.

Recordemos, además, que quienes redactaron y aprobaron la actual constitución de 1980 en Chile, fueron tan inmorales cómo aquellos que ahora quieren cambiarla. No rebajes el evangelio a un triste rol de politiquería oportunista.  Si tú eres líder de un rebaño, centra tus energías en predicar el evangelio anunciando “todo el consejo de Dios” (hechos 20:27) y no te dejes seducir con la política contingente sesgada e ignorante que promueven los evangélicos de siempre, y que pretenden enseñar que, por una u otra vía política, se establecerá el reino de Dios aquí en la tierra. Mirad que nadie te engañe (Mateo 24:4).

Nuestra confianza es que Dios siempre seguirá teniendo el control de todo, con o sin nuestro voto. Con o sin nueva constitución. Con o sin el candidato a, b o c. ¿Lo crees? Los creyentes debemos actuar como peregrinos y extranjeros, como embajadores que no se inmiscuyan en política contingente.  Por lo tanto, sigamos el sabio consejo de nuestro amado Señor Jesús: “Dad, pues, a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22:21).

De esta manera El Señor respondió magistralmente a los judíos “herodianos”, quienes también, cual evangélicos actuales, politizaban y polarizaban la sociedad.  La respuesta del Señor dejó a los hipócritas herodianos con la “boca cerrada”, ya que Cristo no deliberó políticamente, sino que, con aquella maravillosa respuesta, Él “separó las aguas” dando a entender que los intereses de Dios no son los intereses de los hombres. ¡Qué gran ejemplo para que nosotros también sigamos sus pisadas!

En conclusión, si alguien quiere ir a votar, puede hacerlo con plena libertad de conciencia, pero no puede exigir que desde los pulpitos se hable de política promoviendo el mejor voto o los mejores candidatos. Dejemos que el mundo se preocupe de, si hay o no, una nueva constitución acá en nuestro país. Nuestras energías han de estar puestas en seguir proclamando el evangelio puro y sin las infecciosas influencias políticas partidistas de los hombres. Que Dios nos ayude.

Que la gracia de nuestro Señor y Salvador nos guie para ser obedientes, lejos de la política partidista que tanto desprestigio ha traído al evangelio. Que así sea. Amén.

PEL 10/2020


5 comentarios

Ricardo Silva Sanchez · 4 de octubre de 2020 a las 09:15

Gracias Señor por la luz de tu palabra. Por tu gracia infinita. Por tu amor derramado y sobre todo por tu Espiritu Santo, que exhorta, corrige y enseña todas las cosas del Reino

Patricio · 20 de octubre de 2020 a las 05:14

Hay gente religiosa que usa su religión para justificar que la Constitución no debe cambiarse. No les preocupa que la Constitución sea inmoral (generada en una dictadura asesina y fascista, sin participación ni democracia), solo les preocupa que no se cambie porque su interés no es moral o religioso es simplemente político. Fuera de las Iglesias la politiquería y los cómplices de la injusticia, la falta de libertad y los que promueven la opresión del pueblo.

    Eduardo · 10 de abril de 2021 a las 22:24

    Las constituciones son inmorales más allá del régimen en que se escriben, ya que también las hay en gobiernos comunistas, tan fascistas y asesinos. Una constitución nunca asegurará el completo bienestar del ser humano, aunque sea democrática, porque la democracia no asegura lo justo, sólo lo mayoritario, y la historia muestra cómo desde la mayoría y a nombre de la mayoría, se han cometido atrocidades. El problema radica en el corazón del ser humano; mientras no haya un arrepentimiento genuino, no hay posibilidad de cambios, porque es necesario que sea desde adentro hacia afuera, de el interior del hombre. Sólo el evangelio de Jesucristo puede restaurar al ser humano, no una constitución.

Roure · 22 de octubre de 2020 a las 03:17

No pertenezco a ningún partido político. Durante muchos años no ejercí correctamente mi derecho de voto. Anulaba, no iba,, etc.
Ahora me arrepiento. Entiendo por el Espiritu Santo, que el que no recoje desparrama. No hay territorio neutral. Eso no existe . Fuimos puestos en la tierra para sojuzgar. Tenemos cada tantos años la posibilidad de juzgar. Juzgar con el justo juicio de Dios. Entendí que abstenerse es darle la ventaja al enemigo. Es verdad los hechos van a suceder porque Dios lleva las cosas a un desenlace final. Pero, las consecuencias personales para mí y mi sangre van a ser más o menos duras dependiendo de lo que yo haga. Somos jueces sobre la tierra desde el Génesis. Dios es justo. No nos pide enrolarnos en política. Nos pide ejercer Su justo juicio.
Han pasado leyes monstruosas, porque los jueces no fueron a la cita. Cada quien pese lo que digo.

Chile para Cristo, San Antonio · 22 de octubre de 2020 a las 19:10

¡Que articulo mas acertado!, Dios le bendiga Pablo Espinoza, por la claridad y la verdad de Cristo en estas palabras.

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