Patrón Tres en Uno. (Parte II) – La trinidad en el cuerpo humano

Patrón Tres en Uno. (Parte II) – La trinidad en el cuerpo humano

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. Jeremías 1:5

Ciertamente esta cita bíblica se aplica de manera directa a Jeremías, donde nuestro Dios le revela algo que para nuestras mentes finitas es difícil comprender hasta el día de hoy. Jeremías antes de ser formado y que naciera, ya era conocido por el Señor Soberano y Todopoderoso, con el propósito de ser profeta. Algo similar se le revela a Pablo con el propósito de predicar el evangelio a los gentiles (Gal 1:15-16). En nuestro caso, ahora sabemos que Él también nos conoció de antemano y nos escogió (Efesios 1:4), aunque no para que seamos profetas como Jeremías ni apóstoles como Pablo. Todo esto siempre ¡sólo por gracia! Lógicamente, en la época de Jeremías y Pablo no se conocía en detalle lo que actualmente sabemos sobre los procesos biológicos relacionados con el momento en que Dios decide que seamos concebidos y lleguemos a este mundo caído. Nuestro Señor tiene planes para todo y uno de estos es el diseño perfecto de la embriogénesis/organogénesis humana, la cual revela un nuevo patrón de tres en uno.

Embriogénesis.

Por otra parte, a David se le reveló que:

“Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vio tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas” Salmos 139:13-16.

La embriogénesis humana, comprende el desarrollo y formación del embrión humano. Está caracterizada por los procesos de división celular y diferenciación celular del embrión que transcurren durante las primeras etapas de desarrollo. Biológicamente hablando, el desarrollo del cuerpo humano está dado por el crecimiento de un cigoto unicelular que posteriormente culminará en un ser humano compuesto de millones de millones de células. La fecundación ocurre cuando el espermatozoide entra con éxito y se fusiona con un óvulo. El material genético (ADN) tanto del espermatozoide (padre; 23 cromosomas) como del proveniente del óvulo (madre; 23 cromosomas) se combinan para formar una sola célula llamada cigoto (46 cromosomas), dando inicio a la etapa germinal del desarrollo, Figura 1.

Figura 1. Fecundación humana e inicio de la etapa germinal.

El desarrollo embrionario humano transcurre en las primeras ocho semanas de desarrollo aproximadamente; y alrededor de la novena semana, el embrión se denomina feto. La embriología humana estudia este desarrollo durante las primeras ocho semanas después de la fecundación. Normalmente el período de gestación (embarazo) es de aproximadamente nueve meses o 40 semanas.

La etapa germinal, que toma alrededor de diez días, es el tiempo a partir de la fertilización a través del desarrollo del embrión hasta que se completa la implantación en el útero. Durante esta etapa, el cigoto comienza a dividirse (generación de muchas células a partir de una), en un proceso llamado segmentación o clivaje. Se forma un blastocisto y se implanta en el útero, Figura 2.

Figura 2. Etapa germinal.

La embriogénesis sigue con la etapa de gastrulación, cuando se forman tres capas germinales (patrón tres en uno) del embrión, proceso denominado histogénesis, siguiendo los procesos de formación del tubo neural y organogénesis.  La organogénesis del ser humano es un proceso de gran complejidad, mediante el cual tres capas germinales (patrón tres en uno) van dando origen a los órganos internos y tejidos internos y superficiales, Figura 3. De estas tres capas, la capa externa se denomina ectodermo; la capa intermedia, mesodermo; y la capa interna, endodermo. La interacción y desarrollo en armonía de estas tres capas darán origen a un ser humano de manera completa y funcional, lo cual sólo es posible por el diseño de nuestro Creador. Es así como el ectodermo formará todo el sistema nervioso central y tejidos más superficiales como la epidermis. Por otro lado, el mesodermo formará los sistemas como el sanguíneo, el muscular, el esquelético, el cartilaginoso, el urogenital, entre otros. Finalmente, el endodermo formará los órganos más internos que pertenecen a los sistemas respiratorio y digestivo. Figura 3.

Figura 3. Organogénesis humana.

 Es maravilloso cómo se nos revela este patrón de tres en uno, diseñado y puesto en práctica por Dios. Donde luego de la fecundación, una célula (cigoto) genera muchas células que forman tres capas germinativas embrionarias que finalmente producen un individuo completamente funcional conformado por millones y millones de células. Ya sabemos que Nuestro Señor nos conoce desde siempre, y también se nos revela que Él, al igual que a David, nos amaba y nos cuidaba en el vientre materno.

“Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.” (Salmos 22:9-10).

La piel

Este órgano se origina del ectodermo. Es delgada y resistente recubriendo todo el cuerpo, proporcionando una cubierta impermeable y protectora contra la radiación ultravioleta y los microbios. En los párpados es muy fina, mientras que en manos y plantas de los pies es más gruesa. En el adulto medio, tiene un tamaño de 2 metros cuadrados de superficie, 1,3 milímetros de espesor y un peso promedio de 3,5 kilos. De acuerdo con un artículo científico publicado en la revista Nature llamado “Biología de la Piel”, del año 2007, la piel permite sentir el tacto, la temperatura, el placer, así como también el dolor, lo cual ayuda al ser humano a reconocer tanto el peligro así como lo que ocurre a su alrededor en determinada situación. Para llevar a cabo todo esto, hay una perfecta interacción y cooperación entre las tres capas (patrón tres en uno) que forman la piel; epidermis, dermis e hipodermis (tejido subcutáneo). Figura 4.

 

Figura 4. Piel, formada por tres capas (patrón tres en uno).

Es increíble como nuestro Creador nos ha hecho con una perfección asombrosa, y cómo el patrón de tres en uno sigue quedando en evidencia. Podemos entonces concluir al igual que el salmista que: “Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos”. Salmos 119:73

¡A nuestro gran Dios sea toda la honra y la gloria!

JCB 11/2024

 

Patrón Tres en Uno. (Parte II) – La trinidad en el cuerpo humano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relaciones