Filosofía, psicología y sociología en los púlpitos
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” 1 Corintios 2: 1-2
Este pasaje revela la forma y el fondo del ministerio de Pablo en su predicación a los gentiles. Contextualizando, debemos comentar que el apóstol predicó en los territorios de una sociedad y cultura que estaba profundamente arraigada en la filosofía helénica o griega. Recordemos que las distintas escuelas filosóficas eran parte del “ADN” de aquella sociedad, y los conceptos absolutistas como por ejemplo el evangelio verdadero, no tenían cabida en los debates dialécticos de los intelectuales de ese tiempo. Al contrario, eran tiempos de “mesas de diálogo”, foros y debates de ideas, etc. Existía un “hambre” por cultivar la dialéctica en todas sus formas, usando aquel lenguaje elevado e intelectual tan apetecido por los sabios y entendidos de todos los tiempos.
Presentando un agudo contraste con los estándares de la dialéctica griega de Corinto, Pablo nos enseña que llegó a predicar allí no con excelencia de palabras o de humana sabiduría, lo que revela claramente que él no compartía las demandas de la retórica de la filosofía griega de su tiempo; como tampoco no compartiría la actual premisa que abunda en las iglesias de hoy, donde enseñan que para llegar al mundo intelectual o científico, es necesario hablar como ellos; por lo tanto agregan, no podemos “impactar a la sociedad” solo con el evangelio de manera cruda. No obstante, Pablo llegó a la sociedad Corintia de la misma forma que lo hizo en todo lugar donde El Espíritu Santo lo llevaba a predicar; anunció fielmente a “Jesucristo, y a este crucificado”. Ante esto, no debemos perder la perspectiva de que para la sociedad de entonces, predicar a un “hombre desnudo y crucificado” era verdaderamente una locura y un mensaje escandaloso y ridículo, a juzgar por los sabios y entendidos. Con justa razón el apóstol dijo:
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” 1 Corintios 2: 4
Aquí la palabra “locura” significa literalmente “estupidez”. Es decir, Pablo llegó a Corinto con un mensaje, que para aquella sociedad era algo estúpido, anacrónico o ridículo; aunque sabemos que él portaba el evangelio verdadero cuya esencia es el poder de Dios; locura ciertamente para los que se pierden, pero para nosotros los creyentes, es salvación y vida eterna (1 Corintios 1:18). Pablo jamás cambió su retórica a fin de agradar a los sabios y entendidos; él siempre confió en el poder intrínseco del evangelio, porque el poder no está en el sembrador, sino que en la semilla.
Hoy a miles de años de esa experiencia del apóstol Pablo, vemos emerger una cristiandad seducida por la <sabiduría de palabras> creyendo que por esa vía impactaremos a la sociedad y al mundo intelectual e incrédulo. Dicho de otra forma, hoy ya no es el poder del evangelio lo exclusivamente suficiente para convertir el alma de un individuo, sino que la capacidad y la retórica del predicador para exponer y persuadir al incrédulo. Hoy nuevamente se están abriendo los foros y debates de “ideas” de modo de llegar a la verdad al igual que en la sociedad griega; es como que si nos hubiésemos olvidado por completo de que Jesús dijo “Yo soy la verdad” (Juan 14:6), y que no necesitamos aditivos, acomodaticios o políticas humanas para dar eficacia al evangelio, el cual en sí mismo es poder de Dios (Romanos 1: 16).
En este artículo, procuraré presentar una de las “nuevas” estrategias que los predicadores están ofreciendo a sus seguidores, y que se ha transformado en la homilía recurrente de sus reuniones; diciendo que es la causa de todos los problemas de la iglesia y de la sociedad actual; es el famoso término denominado “COSMOVISION”. Actualmente hay varios enseñadores que dicen que los problemas del hombre es la “cosmovisión” que cada uno tiene. Hasta hace algunos años atrás, los predicadores hablaban con denuedo y sin vacilar acerca del pecado y de la total depravación del ser humano; términos que ciertamente son parte del bendito evangelio verdadero para la gloria del Dios soberano, pero que humilla al hombre y lo pone en su lugar.
Ahora estamos presenciando tiempos de eufemismos que pretenden dar más suavidad a la dureza de la infalible Palabra del Señor, y así no ofender a los hombrecitos que deben ser “ganados para Cristo”. El concepto de “cosmovisión” es otra de las “nuevas” ideas incluidas en la predicación de muchas iglesias actuales, cuya “defectuosa brújula” está extraviando a la iglesia del centro del verdadero evangelio predicado por nuestro Señor Jesucristo y ratificado por sus apóstoles.
¿Qué es la cosmovisión?
Etimológicamente (significado), cosmovisión es una palabra compuesta por dos palabras: “cosmos” (mundo –orden o sistema) y “visión”. En palabras simples, la “visión del mundo”, que reúne el conjunto de creencias u opiniones acerca de la existencia, propósito y destino de un hombre, sociedad o cultura. El término “cosmovisión” fue adoptado por el filósofo alemán Wilhelm Dilthey, quien desarrolla su escuela de pensamiento y teoría, sobre la base de la herencia de la filosofía helénica y de prominentes filósofos como Immanuel Kant, Friedrich Schleiermacher, el teólogo alemán Karl Barth, entre otros.
Como vemos, el concepto “cosmovisión” es eminentemente filosófico basado en observaciones y estudios del hombre, de la sociedad y de la cultura. Es la antigua búsqueda de la tan anhelada explicación sobre el origen, propósito y destino del ser humano; lamentablemente, la fuente de búsqueda está basada principalmente en el intelecto, la historia, la filosofía o la cultura, pero no sobre la base de la infalible Palabra de Dios. Recordemos a Pablo cuando decía:
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” Colosenses 2:8
Este clásico pasaje fue escrito por el apóstol Pablo, y los destinatarios fueron los creyentes de otra de las iglesias plantadas en medio de una sociedad helénica: Colosas. Esta advertencia es digna de analizar como un paréntesis al tema que se está desarrollando; porque es una advertencia que permanece absolutamente vigente. Pablo advierte a los Colosenses a tener cuidado ante el engaño de “filosofías y huecas sutilezas”. Para la iglesia de Colosas, esta advertencia tenía mucha coherencia debido a la fuerte influencia filosófica de los maestros y sabios de la época que se reunían en las plazas a parlar y ejercitar la dialéctica. Evidentemente, el riesgo de que miembros de la iglesia de Colosas fueran seducidos y engañados por esta retórica y discursos de alta crítica, era muy alta. Por tal razón, aparece esta directa instrucción del apóstol a detenerse y mirar. Amados hermanos, es muy buen ejercicio detenerse y mirar lo que está pasando a nuestro alrededor a la luz de la Palabra de Dios, ya que a veces nuestro corazón nos dicta algo que a simple vista parece bueno, pero como lo dice el proverbio, su fin es camino de muerte (Proverbios 14:12).
La filosofía y huecas o vacías sutilezas (casi imperceptibles) son engañosas y al final nos desviarán o extraviarán de la sincera fidelidad a Cristo y su Palabra. Pablo indica que esta filosofía esta “moldeada” según los principios (rudimentos) del mundo (orden, cosmos o sistema) y no según Cristo. Por lo tanto, todo este cúmulo de enseñanzas (atractivas ciertamente para los intelectuales) ha de ser desechado, y de ninguna forma tratar de amalgamarlo o mezclarlo con el evangelio puro. El evangelio de nuestro Señor Jesucristo no necesita aditivos humanos para refinarlo, darle eficacia o eficiencia. Es más, pretender aquello es un insulto al Señor.
Lo que llama la atención al analizar el pasaje citado, es que el apóstol dice que las filosofías y las huecas sutilezas tienen forma de este sistema u orden, que también podría traducirse como “cosmos”, es por eso que me parece sintomático escuchar hablar de “cosmovisión cristiana” como hoy muchos predicadores presentan el evangelio. Considerando que significa “visión del cosmos”. Ahora en versión cristiana sería; “visión del cosmos bíblico”, es decir, “visión del orden bíblico”.
Lo que aparentemente podría ser solo un asunto semántico que no reviste nada extraño o peligros, sí debe ser analizado porque sus raíces son extraídas de las filosofías de este mundo; y este mundo o cosmos actual está bajo el maligno (satanás) como lo enseña la escritura (1 Juan 5: 19, Juan 12:31, 16:11, 2 Corintios 4:4), por lo tanto, ¿es necesario o conveniente adoptar filosofías, axiomas o ciencias especulativas del mundo (inspiradas por el príncipe de este mundo), para proponerlas como base de nuestra enseñanza y predicación? ¿Cómo estamos sobre edificando? (Comp. 1 Corintios 3: 10-11). Ese es el enfoque que se pretende dar en este artículo.
Nunca debemos pensar que las cosas del “mundo” se refieren exclusivamente a pecados groseros, inmorales o anti ético; las cosas del “mundo” también encierran la filosofía, las huecas sutilezas y la sabiduría puramente humana. Recordemos que la serpiente sedujo a Eva con el árbol para “alcanzar sabiduría” (Comp. Génesis 3: 6). Satanás no ofreció un menú pecaminoso de lujuria, borracheras y disolución. El diablo ofreció sabiduría. Pero Cristo y sus apóstoles condenaron la sabiduría de los hombres. Cristo alabó al Padre por haber escondido el evangelio de los “sabios y entendidos” (Mateo 11:25). Santiago nos advierte lo siguiente:
“porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica” Santiago 3:15
Entiendo que muchos predicadores amilenaristas enseñan que el diablo ya está encerrado; pero al parecer la cadena de su prisión es un poco larga, porque satanás sigue teniendo efectividad en este mundo. Mientras ellos reclaman que estamos cruzando un “avivamiento”, yo enciendo el TV y me doy cuenta que los hechos confirman más y más que son tiempos de apostasía, aumento de maldad, perversión, degeneración, inmoralidad, etc.
Ciertamente una de las artimañas del diablo es precisamente seducir a la iglesia con la filosofía y la sabiduría de este mundo. La cosmovisión como temática dentro de la iglesia, pareciera ser una de ellas. Conozco a pastores y predicadores que antes predicaban Romanos 6:23a de manera fiel: “Porque la paga del pecado es muerte;”, pero que tristemente ahora dicen: “…por que la cosmovisión del hombre ha de ser cambiada”.
La cosmovisión bíblica (nuevo sincretismo)
Este término es una verdadera idea sincrética entre la filosofía y la teología. Es la antigua receta de fusionar dos posturas diametralmente opuestas y presentarlas como una síntesis o premisa mayor en pos de la conciliación de ideas (neo platonismo). En palabras simples, es pretender dar un barniz de intelectualismo al evangelio puro que humilla al hombre hasta la sumo, y que presenta la gloria de Dios a través de la obra de nuestro Señor y Salvador Jesucristo como el centro de todo. En otras palabras, es pretender eclipsar aquel versículo que resume toda la santa escritura que dice:
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” Romanos 11:36
La cosmovisión bíblica es en esencia olvidar o dejar obsoleto el poder de Dios ejercido en plena soberanía. Es curioso o paradójico, pero el diablo ha cazado las propias palabras de aquellos que otrora elevaban en cada sermón la gloriosa soberanía de Dios, pero que ahora, se las ingenian para poder cambiar la cosmovisión de la sociedad.
Este concepto filosófico y de análisis sociológico, es usado por varios predicadores de iglesias de tendencia dominionista (Kingdom Now) y “neo” calvinistas, que buscan enfrentar los problemas actuales de nuestra sociedad y cultura, tales como la desigualdad, la injusticia social, la inmoralidad, el desempleo, la pobreza, etc., y obviamente la manera de revertirlos para “activar el reino de Dios” (J. Gresham Machen – Cristianismo y Cultura, p. 11). Porque según ellos, la iglesia tiene que construir el reino de Dios aquí y ahora.
El objetivo de la cosmovisión es responder a las preguntas del hombre sobre su origen, propósito y destino; Por ejemplo dicen: el hombre tiene diferentes “lentes” de distintos colores, y por lo tanto, según el anteojo que utilice, será la cosmovisión de las cosas. Esta es la postura del afamado predicador norteamericano Darrow Miller quien enseña que: “Un ateo no verá ninguna evidencia de la mano de Dios ni en la creación ni en los acontecimientos de su vida. Su cosmovisión secular no le permite ver tales cosas. El budista verá los acontecimientos de su vida – buenos y malos – como eventos ilusorios, no participan de la ‘realidad más real’ del universo. Su cosmovisión le dicta que el camino es buscar ‘trascender’ lo ilusorio por medio de la práctica de la meditación trascendental.” (Darrow Miller (Discipulando Naciones, p. 37)
Ahora bien, el objetivo de la “cosmovisión bíblica” es “ponerle nuevos lentes” al incrédulo; sea este ateo, budista o como se llame. De modo que pueda ver por el cristal de la verdad. El problema de esta “teología”, es que no se considera que el hombre está muerto (Efesios 2:1), y aunque le pongan los lentes que le pongan, seguirá igual, a menos que el Señor soberanamente le dé vida y le abra el corazón (como lo ha hecho con cada creyente), y por consiguiente, aquel individuo no necesitará de lentes para ver la verdad, porque ha pasado de muerte a vida, y ahora ve, piensa y actúa de manera diametralmente distinta porque El Señor le ha concedido el arrepentimiento. Dios no necesita de axiomas humanos para dar eficiencia y eficacia a su plan de salvación.
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” Isaías 55:8-9
Quizás más de alguien dirá que esta observación es una burda caricatura de lo que realmente es la “cosmovisión”, no obstante, nadie podrá negar lo absoluto de la infalible Palabra de Dios respecto a que el hombre solo puede ser atraído (literalmente forzado o arrastrado) a Cristo, exclusivamente mediante el poder de Dios, y no mediante estrategias, sabiduría o psicología humanista. Esta teología, o más bien sociología o antropología “evangélica”, ha perdido totalmente la perspectiva de un Dios Soberano y de un evangelio de poder. Cristo lo dijo de manera directa, y fue lo que precisamente ofendió tanto a la multitud, y a aquellos discípulos que después lo abandonaron y ya no anduvieron más con él.
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere” Juan 6:44
Aunque la cosmovisión bíblica parece ser coherente y verdadera, se deja ver entre las líneas de su enseñanza hay algo muy, pero muy sutil, que solo se detecta a la luz de la Palabra de Dios. Por tal razón, los hermanos nuevos con poco discernimiento o madurez, no alcanzan a discernir la línea delgada del error. De ahí la necesidad de que los predicadores incluyan siempre en sus sermones la voz apologética, que advierte y que notifica al pueblo de Dios de aquellos peligros que rodean a la iglesia. De este modo los hermanos comenzarán a ejercitar el discernimiento y no las emociones.
El concepto de cosmovisión no se extrae de las sagradas escrituras, sino que del mundo, a través de la filosofía y ciencias especulativas como la psicología, sociología o antropología. La pregunta es ¿Por qué es necesario hablar de “cosmovisión”, de cambio de “lentes de colores”, de diversidad cultural, etc. etc., en lugar de hablar abierta y directamente del pecado, del arrepentimiento o de la conversión, tal cual como lo hacía la iglesia hace décadas atrás? Como ya se dijo, el concepto de cosmovisión viene a ser un verdadero eufemismo (término elegante) para suavizar lo ofensivo y lacerante del evangelio puro, el cual, por razón natural es cismático e impopular, que no “aporta” a la unidad, sino que causa la división (cismas) como el propio Cristo advirtió (Mateo 10: 34) Este es el gran problema para aquellos que buscan la unidad a como dé lugar; es necesario para ellos disfrazar el evangelio de terminología helénica, diplomática y de alta estirpe, a fin de que nadie se ofenda y que todos vengan a nuestras reuniones; porque al final de todos lo que importa es el crecimiento de la iglesia. Ellos dicen abiertamente que “una iglesia que no crece, es una iglesia enferma” ¡Que insulto al Señor! Para ellos, crecimiento es solo “cantidad”. Con esta doctrina, terminaremos diciendo que Cesar Castellanos, Paul Yonggi Cho, Cash Luna, Joel Osteen, no estaban tan equivocados, ya que ellos ostentan membresías multitudinarias.
Hoy el predicar la palabra tal cual nos fue entregada por El Señor y sus apóstoles, obvio que no entrega el resultado que buscan los promotores de estos movimientos filosóficos dentro de la iglesia, porque presentar una actitud intransigente y fundamentalista o de manera dura, sin flexibilizar ante las dudas o negociar la verdad ante las razones que esgrimen los escépticos o ateos, es una fórmula ineficaz que no atrae a la gente, sino que la aleja. Por lo tanto dicen ellos, debemos revisar y rectificar como estamos predicando para que la gente venga a nuestras iglesias para conocer que “Jesús no es como nos enseñaron”. Esto no es el evangelio. El evangelio no cambia según la sociedad o la cultura. Todo esto es una amalgama humanista que está invadiendo las iglesias y distorsionando el verdadero evangelio que tiene suficiente poder para convertir el alma; Por consecuencia, si no es el evangelio verdadero, entonces es “otro evangelio”, el cual por lo tanto debería ser considerado al unísono como un anatema, tal cual Pablo lo enseñó en las iglesias de Galacia. (Gálatas 1:6-8)
Por ejemplo, Tim Keller, prominente predicador presbiteriano de Nueva York y fundador del TGC (The Gospel Coalition) en su libro “la Razón de Dios”, se refiere a cómo actuar frente a posturas diametralmente distintas como la ateas y cristianas:
“Pero si, al menos, dejáramos a un lado esas proclamas partidistas puede que empezara a notarse una actitud más cívica y generosa para con las posturas ajenas… Por ejemplo, si pones en duda el cristianismo porque “No puede ser que sólo una religión sea la auténtica”, deberás admitir que esa afirmación es en sí un acto de fe… Una fe sin dudas es como un cuerpo humano carente de anticuerpos” (Tim Keller, La Razón de Dios Pags. 12-13)
Este libro presenta muchas declaraciones, por decir lo menos, cuestionables a la luz de la Palabra de Dios. Se observan algunos razonamientos para “bajar la guardia” respecto a la posición intransigente y absoluta que la iglesia de Jesucristo debe tener hasta el fin; y sugiere una cierta y sutil enseñanza que desvía el foco de atención y el centro del evangelio hacia una especie de mezcla de humanismo, psicología, sociología, y sin exagerar, algo de doctrina social de la iglesia proveniente desde el seno del catolicismo. Esto no sería novedad; de hecho Keller presenta como argumento y referencia, a la iglesia católica Romana para reforzar su idea de que Dios pudo hacer uso de la evolución de las especies como parte de su creación (Tim Keller, La Razón de Dios Pags. 135). ¿Hasta qué punto puede llegar el humanismo en los pensamientos y labios de un predicador?
Hay muchos líderes y predicadores que están insistiendo en esto de la cosmovisión como base para cambiar la sociedad. Desde aquellos que emergen de las iglesias liberales, pero también de aquellas bíblicas. El estudio de la cosmovisión es una expresión y exhibición de mucho conocimiento filosófico, psicológico, sociológico y antropomórfico. A veces las reuniones en muchas iglesias actuales, más parecen charlas de una nueva acrópolis, que exposiciones fieles al evangelio de Jesucristo.
Estos ejemplos, nos permiten concluir que este concepto de “cosmovisión bíblica” es una arista de este “evangelio antropocéntrico” cuyos temas a tratar son básicamente el bienestar del hombre, su prosperidad integral (salud, negocios, sentimental, familiar, etc.), y por ende su felicidad acá en la tierra. Mientras que el evangelio proyecta nuestra felicidad en el cielo, ellos dicen que no hay que seguir hablando con obsesión de que nuestra ciudadanía está allá.
Los enseñadores de la “cosmovisión” dicen que para ser un hijo ideal, un estudiante brillante, un esposo ejemplar, un trabajador exitoso o una iglesia sana, se debe prestar cuidado con la “cosmovisión” que se tiene en sentido individual y colectivo. Por cierto, la cosmovisión se centra solo en los problemas del hombre, en el análisis y la predicción de su comportamiento en base a la observación de las estadísticas (sociología); se insiste que cambiando la “cosmovisión”, la voluntad del hombre ha de ser rectificada. Finalmente con esta premisa, el evangelio de Jesucristo se está transformando en una serie de claves, estrategias o formas para el éxito del hombre, y así, “impactar la sociedad, cambiar el mundo y activar el reino de Dios”.
¿Cómo se enseña la cosmovisión en las iglesias? “El árbol de la vida”
Hemos detectado de manera increíble, la adopción de simbologías extrañas y espurias a la perspectiva bíblica, que están siendo utilizadas para enseñar sobre este concepto filosófico de la cosmovisión. Uno de los símbolos fuertemente arraigados en la exposición de muchos de los predicadores actuales, es el “árbol cósmico o de la vida”. Acerca de esto podemos agregar muchos detalles y fuentes de información. Todas las civilizaciones y culturas paganas desarrollaron sus sistemas cultuales en torno a un árbol determinado. Ahí tenemos por ejemplo a los egipcios, cananeos, babilonios, celtas, etc.; todos usaban los árboles como parte de sus religiones. No hay discusión alguna el considerar que las culturas paganas consideraban los árboles como símbolos de la virilidad y concepto panteísta de la deidad. Dios todopoderoso advertía constantemente a su pueblo Israel acerca de esta práctica (Deuteronomio 12:2, Deuteronomio 16:21-22, 1 Reyes 14:22-23, 2 Reyes 16: 3-4)
El símbolo del árbol de la vida es la distorsión que la religión misterio (o misterio de iniquidad que Pablo menciona en 2 Tesalonicenses 2: 7) ha provocado acerca del verdadero árbol que menciona génesis 2:9. De un evento real que ha de creerse literalmente, el paganismo lo ha transformado en simbología mística cuyo significado sería el citado asunto de la cosmovisión. De hecho es el movimiento “gnóstico” quien alude a este árbol para exponer sus enseñanzas acerca del hombre y del conocimiento.
La contemplación del árbol de la vida se remonta a los depositarios de la ciencia ocultista llamada “cábala” quienes enseñaban la voluntad del “creador” mediante los “sefirot” que componían el árbol de vida. Cada uno de los “sefirot” indica las cualidades de la cosmovisión del hombre desde su origen, su vida terrenal y su proyección eterna.
Amados hermanos, permítanme hacer la siguiente pregunta ¿es coincidencia todo esto? Como me gustaría que fuera así; pero considerando el fondo de la enseñanza de aquellos que han adoptado esta línea o escuela de pensamiento, me temo que no. Hay una fuerza tras los labios de muchos predicadores y maestros actuales, y no es maravilla porque Pablo habló de esto:
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” 1 Timoteo 4:1
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” 2 Timoteo 3: 1
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” 2 Timoteo 4:3-4
Hemos observado con suma atención el avance del misticismo, humanismo y relativismo dentro de la iglesia evangélica. Y las evidencias saltan a la vista cuando descubrimos la simbología gnóstica u ocultista en medios evangélicos. En particular el famoso árbol de la vida como símbolo para enseñar el asunto de la “cosmovisión”, al cual Ud. puede identificar a través del siguiente análisis: RAIZ (Inframundo) – TRONCO (mundo real) – FOLLAJE (Eternidad). Según los maestros que promueven esta enseñanza, este árbol resume la cosmovisión del hombre. ¡Cuidado! Esto no es el evangelio (1 Tesalonicenses 5:21)
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Muestra de representación cósmica del “árbol de la vida” (gnosticismo)
Árbol de la vida en versión Gnóstica (Sefirot), (Raíz, tronco follaje) de Cosmovisión esotérica, como símbolo de la dualidad (Yin & Yang) y de la Cultura celta.
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El árbol de la vida como símbolo de la fundación cristiana “Sapiencia” , como símbolo en el libro best seller “Una vida con propósito de Rick Warren , y el mismo árbol como símbolo de la conferencia para mujeres “WOMEN´S conference 2016” de la coalición por el evangelio (TGC).
¿COINCIDENCIA?
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Sobre este árbol de la vida como representación de la filosofía de la cosmovisión, podríamos extendernos mucho; dando más antecedentes, pero no es nuestro objetivo. La idea es llamar la atención a “mirar” y ver que está pasando en medio de la llamada cristiandad. La enseñanza espuria que está abundando en los círculos religiosos y la copiosa multitud que la acompaña, es la tónica en las iglesias actuales. Es por esa razón la necesidad de detenerse y observar. Es ahora cuando toma tanta vigencia la advertencia de nuestro Señor Jesús y sus apóstoles cuando decían: “MIRAD”.
“Mirad que nadie os engañe” Mateo 24:4
“…mirad por vosotros, y por todo el rebaño” Hechos 20:8
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas” Colosenses 2:8
Que la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos de sumisión y amor solo a la infalible Palabra del Señor en estos postreros días “difíciles y peligrosos” (2 Timoteo 3:1). Que así sea, amén.
PEL06/2016
Hermano, cuando lo grabas el mensaje en audio para poder compartirlo.
Que tremendo !!!!!!
Como no dar gracias a nuestro amado Padre y Señor Jesucristo por habernos sacado de en medio de ellos …..
Y hoy poder estar fundamentados y perseverando en el verdadero Evangelio, apartados por pura misericordia del engaño sutil y encantador de ese “otro evangelio”, dicho de paso sea Anatema ( Galatas 1:8-11) seguido por muchos.
Gracias hermano Pablo por compartir esto con nosotros y tambien con los que el Señor traiga a sus caminos abriendoles el corazon para que crean la verdad y no lo que algunos han osado hacer por medio de filosofias y vanas sutilezas, segun tradiciones y enseñanza de hombres (Colosenses 2:8), a los cuales el Señor juzgara y tendran que dar cuenta delante de El.
Que el Señor nos libre de algo semejante !!!!!
Al El sea toda la Gloria por los siglos de los siglos ….
Amen.
Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse,ni oculto, que no haya de saberse. Lucas 12:2.
Gracias hno Pablo.
QUISIERA PREGUNTARLE POR FAVOR SI LA APOLOGETICA SIRVE? Y COMO SE DEBE USAR
Estimado hermano Edward.
Muchas gracias por dejar su comentario en nuestra web.
Respecto a su pregunta, le puedo comentar que la apologética es muy útil y necesaria dentro de la iglesia. Como Ud. sabe, la palabra apunta a “defender”, en este caso toda la revelación de La Verdad. Pablo le dijo a Timoteo de que la iglesia es “columna y baluarte de la verdad” (1 Tim. 3:15), es decir, edificio y defensa de la Verdad. La biblia esta llena de apologética!
El mismo Pablo les dice a los ancianos de Éfeso que él no había evadido la responsabilidad de anunciar TODO el consejo de Dios (Hechos 20:27), lo que significa que incluye la advertencia y defensa de la enseñanza. De hecho, él dice en el versículo anterior de que “esta libre de la sangre de todos” sin duda evocando la enseñanza del profeta Ezequiel que nos enseña la labor de atalaya.
En palabras breves, usar la apologética en la iglesia, es estar como atalayas, advirtiendo de los incesantes peligros que merodean la grey. Un buen pastor no solo alimenta las ovejas con buen pasto, sino que levanta su cabeza y observa y advierte el peligro porque ama el rebaño.
Ahora, como Ud. puede usar la apologética? le puedo comentar que es muy necesario leer y enterarse de lo que esta pasando en el mundo y especialmente en los círculos evangélicos. Por consecuencia, toda influencia, enseñanza y tendencias que aparecen, y que son nocivas para la verdadera iglesia de Cristo, deben ser expuestas a la luz de la infalible Palabra del Señor y luego advertir a los hermanos.
Finalmente, le animo a que pueda leer los siguientes versículos al respecto:
Mateo 24:4-5, 23-24, Hechos 20:26-30, 1 Tim. 4:1, 2 Tim. 2:15-18, 3: 1-5, 4: 3-4, Tito 1: 9-14, Judas 1:3
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con Ud, amén.
En Cristo,
Pablo
SPG Chile
CUAN NECESARIO ES HABLAR DE ESTO PARA ENSEÑAR AL REBAÑO Y QUE NO SEA ENGAÑADO.
GRACIAS POR ESCRIBIR ESTE ARTICULO MUY EDIFICANTE
AMEN
Interesante el tema
Saludos y bendiciones. Les comparto mi literatura en formato web en https://www.neobiblismo.org Gracias.