INTRODUCCIÓN
Como es sabido, en los últimos años la tierra ha ido presentando un preocupante incremento en su temperatura. Las causas obedecen a un excesivo aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocado principalmente por las sociedades industrializadas.
El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último tiempo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado de manera anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria. Al buscar la causa de esta aceleración, algunos científicos encontraron que existe una relación con el calentamiento global. Algunos expertos ya han anunciado que de seguir así, será imposible la vida en la tierra
¿QUE DICE LA BIBLIA?
“…el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio…” 2 Pedro 3:6-7
El texto que encabeza este artículo demuestra la precisión de la profecía bíblica. Todos sabemos lo que ocurrió en el tiempo de Noe cuando Dios decide abrir las cataratas de los cielos y anegar la tierra con un diluvio, y todo, por causa del pecado.
De la misma forma, para el tiempo del fin, la tierra será transformada por Dios, pero ya no a través de un diluvio, sino que a través del fuego.
Las frecuentes noticias acerca del tema del calentamiento global, sin duda que nos hace traer a nuestra mente pasajes tan relevantes y tan precisos que hablan del estado actual de la creación. Desde la caída del hombre, la creación viene en un descenso insoslayable, su fauna, su flora y todo el ecosistema padece de una descomposición que solo terminará cuando Dios intervenga con su mano poderosa.
Las palabras de Dios entregadas a Adán fueron:
“… maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo” Génesis 3:17-18
El pecado no solo arruinó al hombre, sino que también a la tierra. Desde ese momento comienza una larga y dolorosa enfermedad que va de mal en peor. El apóstol Pablo lo presenta de forma conmovedora:
“Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora” Romanos 8:20-22
La creación esta esclava del pecado, pero la promesa divina, es que será libertada de la misma forma que los hijos de Dios. La retórica de Pablo, expresa de manera magistral aquella analogía entre la creación y una mujer encinta. Los dolores de parto van en aumento tanto en intensidad como en frecuencia, en otras palabras, la vida en este planeta se hace cada vez mas insostenible.
Es eso lo que justamente ocurre en la actualidad con nuestro planeta. El asunto del calentamiento global, la ruptura de la capa de ozono, el descontrol en la acumulación de basura o el mismo asunto de la extinción de especies marinas, nos revelan con claridad, que la creación no dá para más.
Ciertamente el hombre se afana haciendo campañas para tomar conciencia, para descontaminar y cuidar al planeta; realiza cruzadas musicales con letras panteístas y que apuntan a generar una verdadera alerta colectiva entre palabras de amor y piedad por la naturaleza, pero que sin embargo, son parte de una lucha humana infructuosa. Los constantes esfuerzos para mejorar la vida en el planeta, se vuelve una tarea vana y sin resultados.
El hombre no mejorará la enfermedad del planeta porque no puede ni quiere. Es cosa de que veamos lo micro en lugar de analizar lo macro. Las personas ensucian, rayan los muros, talan los árboles, contaminan los ríos, alteran el ecosistema con ensayos nucleares, etc. etc. No va a ser la humanidad quien restaure a la creación. Dios dice:
“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios” Romanos 8:19
Este hecho extraordinario ocurrirá en su primera parte cuando regrese nuestro bendito Salvador y Señor Jesucristo en gloria y majestad para instaurar su gobierno milenial. Entonces y solo entonces la creación dejará de gemir.
Cuando los creyentes volvamos a la tierra a reinar con Cristo mil años, se producirá un cambio radical en toda la creación. Pero sin duda, el texto que precisa con mayor claridad el destino de la tierra es el siguiente:
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas…Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” 2 Pedro 3:10-13
Note Ud. estimado lector que la Palabra de Dios nos enseña que la tierra actual será destruida por fuego, sin embargo para los que hemos creído en nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo, nos está reservada una creación hecha de nuevo y sustentada en los pilares de la justicia.
¿Podemos los creyentes esperar en las promesas de los hombrecitos que se esmeran por mejorar al planeta, o de los gobernantes que pretendiendo arreglar la calidad de vida de la gente solamente la empeoran? ¿Podemos esperar justicia en este mundo? La Biblia lo responde con absoluta claridad. La tierra y toda la creación gime al igual que nosotros por la venida de Cristo. Que así sea. Amén.
PEL2007
gracias a Dios por su palabra,espero que continuen con tan importante labor
Gracias hermanos en Cristo, me sirvió mucho esta enseñanza. DIOS les bendice.
Vemos que la caida del hombre no solo fué que el hombre perdiera esa comunión con el creador sino que la creación misma y todo lo que fué creado por Dios fué corrompida,el hombre fué reconciliado con Dios a travéz de la obra redentora de Jesús pero la creación gime la manifestacion de los hijos de Dios,gracias al Señor.