“Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio” Apocalipsis 18:9
Mientras las llamas consumían a la mítica catedral Parisina de Notre Dame (del francés “nuestra Señora) hace unos días atrás, no podía evitar pensar en las profecías bíblicas respecto a la condenación de la ramera de Babilonia, cuya ruina será llorada por todos los poderosos de la tierra. Podríamos decir que esta escena, sin duda que es una semblanza de lo que será el final juicio de Dios en contra de esta religión que ha hecho tanto mal a la humanidad, y que ahora paradójicamente coquetea tan abiertamente con los llamados “protestantes”.
Sin embargo, es impresionante el profundo “pesar” que proviene curiosamente del protestantismo respecto a la caída de una de las catedrales más icónicas del romanismo. El portal “protestante digital” publica la siguiente noticia:
“Entidades evangélicas francesas han querido expresar su pesar por el incendio de la catedral de Notre Dame en París, ocurrido el lunes 16 de abril. “El Consejo Nacional de Evangélicos en Francia (CNEF) quiere mostrar a la comunidad católica su amistad y fraternidad en estas tristes circunstancias”, dijo el presidente del organismo evangélico, Ettiene Lhermenault. En un breve comunicado esta mañana, la entidad expresa “su aliento a la Iglesia Católica, y en particular a la Diócesis de París, ante el incendio que arrasó una catedral simbólica para el cristianismo y para Francia”. Por su parte el presidente de la Federación Bautista Francesa (FEEBF) reaccionó ante la noticia, identificando a la catedral como “un símbolo histórico, patrimonial, arquitectónico y espiritual”. Agregó que la denominación “lamenta y se solidariza con los católicos de Francia”.
Es difícil entender como cristianos evangélicos pueden considerar “patrimonio espiritual y cristiano” a una catedral cuya arquitectura gótica representa los aspectos más oscuros del romanismo medieval. Solo basta con ver las grotescas gárgolas, la simbología masónica o los demonios de la iconografía babilónica que plagan la estructura de la destruida catedral. Nadie podrá sustentar por la sagrada escritura, dicha construcción y arquitectura ocultista que se gesta desde una mente mística alejada absolutamente de la luz que irradia la verdad de Dios. ¿Qué tienen que ver estos horripilantes símbolos en una tétrica arquitectura gótica, con un lugar en donde supuestamente se adora a Dios?
Sin embargo a este razonamiento coherente de cualquier creyente, cuya fe se sustenta sobre la base de la sola escritura, asoman los protestantes de siempre que están renunciando a su herencia legítimamente evangélica; sucumbiendo desde ya hace varias décadas al espíritu ecuménico reinante dentro de la llamada cristiandad, para proclamar las más inverosímiles opiniones en relación al incendio que consumió la mítica catedral romanista de Notre Dame. Este es el caso del afamado Dr. Albert Mohler, cuya opinión no se dejó esperar luego de enterarse de la noticia del siniestro. Mohler declaró en su portal:
“La construcción de Notre Dame comenzó en 1163. Esto marcó el surgimiento de la arquitectura gótica, un estilo cargado de significado teológico que comunicaba la trascendencia y la gloria de Dios…la humanidad debe sentir su propia pequeñez cuando entran en la grandeza de una catedral como Notre Dame. El mensaje enviado por la arquitectura gótica dentro de la tradición cristiana es claro: «Este edificio es sobre Dios, no sobre ti»…debemos lamentar la pérdida de Notre Dame. Los cristianos entienden el propósito de una catedral, no como un símbolo del orgullo nacional, sino como un lugar de culto. Las grandes catedrales góticas convocaron a aquellos que entraron a contemplar lo eterno, lo trascendente, la gloria de un Dios santo e infinito. Las catedrales fueron el centro teológico de la civilización occidental. La cosmovisión cristiana no era solo una opción en la Europa medieval, era la única cosmovisión y gobernaba todas las esferas de la vida… lamentamos la pérdida de esta gran maravilla arquitectónica, que fue un testimonio masivo de la centralidad del cristianismo en la civilización occidental”
Si esta declaración de un pastor, supuestamente “protestante”, no le llama la atención, la verdad es que Ud. está muy poco sintonizado con la biblia y con la historia de los verdaderos cristianos que fueron martirizados por la ramera de babilonia llamada Iglesia Católica Romana. Pero para mayor enfoque en las barbaridades expresadas por el Dr. Mohler, por favor lea cuidadosamente lo siguiente:
“De hecho, los reformadores protestantes mismos habrían lamentado la pérdida de esta gran catedral, un símbolo del cristianismo que intentaron reformar…El historiador de la iglesia que hay en mí, no puede dejar de lamentar las trascendentales pérdidas de este trágico incendio: ahora se destruye un órgano del siglo XVI y se han derretido las vidrieras más grandes de la historia de la cristiandad. Quizás el momento más triste llegó cuando la aguja icónica en el centro de la catedral se derrumbó cuando el infierno ardiente envolvió su estructura. Esa aguja apuntaba a los cielos y la cruz en su pináculo apuntaba al reino soberano de Jesucristo.”
¿Qué diría el Dr. Mohler ante las insistencias enseñanzas bíblicas sobre la santa indignación de Dios al ver a su pueblo sumido en la idolatría babilónica? ¿Acaso Dios recibiría en “aroma grato” una supuesta adoración mediante íconos, vitrales, gárgolas y demonios babilónicos? ¿Cómo un líder prominente como el Dr. Mohler puede decir la catedral de Notre Dame (que significa Nuestra Señora en honor a la Reina del Cielo) esta “cargada de teología y de la gloria de Dios”?
La verdad es que estamos en los tiempos de apostasía (1 Timoteo 4:1, 2 Timoteo 3:1,5, 4:3-4), en donde los estándares de la iglesia protestante evangélica han caído estrepitosamente. Tanto así que la antigua brecha entre cristianos y católicos se ha acortado a tal punto, que hoy muy pocos cristianos elevan la legítima bandera de la reforma protestante que no trepidaba en decir que La iglesia Católica representaba la esencia del anticristo. Sin ser un cristiano confesionalista, creo necesario recordar que tanto la confesión de Westminster (Cap. 25:6) y la de Londres de 1689 (Cap. 26:4) declararon que el Papa de Roma era el Anticristo. ¿Cómo entonces el Dr. Mohler puede decir que: “los reformadores protestantes mismos habrían lamentado la pérdida de esta gran catedral” Es más, el propio Calvino declaró:
Es una abominación atribuir a Dios cualquier imagen visible, y todos cuantos levantan imágenes o ídolos” [Juan Calvino “Institución de la Religión Cristiana Cap. XI]
Amados hermanos, mientras escribo este artículo, se me viene a la mente el pasaje bíblico que versa así: “Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” Isaías 3:12. Es tiempo de salir de en medio de ella (la ramera) y volver a las escrituras como única norma de conducta y de fe. Y alejarse lo que más se pueda de toda esta cáfila de “doctores” que se han rendido ante las demandas de la madre de las abominaciones de la tierra. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor (2 Corintios 6:17)
Que la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo le guie en este importante tema. Que así sea. Amén. Maranata.
PEL 04/2019
Excelente artículo… Me llama tanto la atención la tristeza de algunos ante este edificio. Y como se mostró el poderío de un sector a nivel económico para su reconstrucción aquí les dejo el vínculo donde grandes empresas donan para su reconstrucción: https://elpais.com/cultura/2019/04/16/actualidad/1555397858_382444.html
Esta claro que estamos en los últimos tiempos… Y que nuestro señor viene pronto Maranata!!
Gracias por el artículo que nos comparte hno Pablo, ignoraba todo esto, que bueno poder informarse y estar alerta ante estos falsos maestros de los cuales hemos sido advertidos por la Palabra de Dios.
«Dios los cría y el diablo los junta»
Dicho sapiencial valedero para estos voceros de Satanás.
Un abrazo.