YA VIENE CRISTO

YA VIENE CRISTO

“Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará” Hebreos 10:37 Haciendo un pequeño sondeo entre hermanos de diferentes congregaciones, descubrimos el gran anhelo que hay por la venida de nuestro Señor Jesucristo. El peregrinaje nos va desgastando y a nos hace sucumbir nuestra fuerza y esperanza. No en vano el autor de Hebreos nos dice, además del texto inicial, “No perdáis, pues vuestra confianza, que tiene grande galardón” Hebreos 10:35 A veces el camino se torna oscuro y pesado. A veces nos sentimos como aquel Elías derrotado y echado debajo de un árbol en…
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JESUCRISTO ES DIOS

JESUCRISTO ES DIOS

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 8:58 La Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, nos revela la persona gloriosa y sin igual de nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo. Lo vemos en el génesis proveyendo las pieles que cubrieron al hombre recientemente caído. Es aquel sustituto inocente que muere ofrendando su vida para cubrir a Adán y Eva (Génesis 3:21) Lo vemos tipificado en el arca que Dios levantó a través de Noe, para que todo aquel que entraba, no se perdiera, más se salvará del juicio que venía…
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EL DEDO DE DIOS

EL DEDO DE DIOS

“... Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo” Juan 8:6 Este texto me trae a la memoria episodios tan remotos como el declarado en Éxodo 8:19, cuando los hechiceros de faraón, al ver el juicio de Dios, le advierten diciéndole: “”Dedo de Dios es Este”. O también, aquel que menciona Éxodo 31: 18 cuando relata que las tablas de la ley fueron escritas con el dedo de Dios. Recordemos además, aquella declaración revelada al rey Belsasar cuando a través del mismo bendito dedo de Dios, recibe aquella advertencia profética escrita en la pared: MENE, MENE…
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PRESOS DE CRISTO

PRESOS DE CRISTO

“Yo pues, preso en el Señor” Efesios 4:1 El Señor Jesús dijo una vez: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). Antes de que Cristo viniera a nuestra vida, éramos esclavos del pecado y condenados por el. Estábamos en prisiones y en medio de cadenas, sin escapatoria ni esperanza. La sentencia estaba resuelta: “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23a) Sin embargo, y sin buscar solución ni salida, viene hacia nosotros el bendito Salvador y Libertador, quien con su mano potente rompe las cadenas de nuestra prisión y nos concede la libertad incondicional y…
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