Mirad que nadie os engañe. Mateo 24:4

Como ya nos hemos enterado, el miércoles 28 de noviembre de 2018, el presidente de Chile Sebastián Piñera promulgó la Ley de Identidad de Género. La ley permite el cambio de sexo registral para personas mayores de 18 años, y de entre 14 y 18 años con autorización de sus padres o tutor legal. «Este Presidente, y nuestro gobierno, cree firmemente en que todas las personas somos iguales en dignidad, derechos y deberes», aseguró el Mandatario (Fuente: https://www.latercera.com/politica/noticia/pinera-promulga-ley-identidad-genero-permite-cambio-sexo-registral-mayores-14-anos/421389/)

Hace un año, la gran mayoría de evangélicos corría tras las promesas del otrora candidato, ahora presidente de la república. Desde los pulpitos de las iglesias, se concientizó directamente a las feligresías, de que había que ir a votar por el “candidato que dios había puesto”. Todos los evangélicos pusieron “sus fichas” en aquel hombre, que en aquel entonces les prometía cielo mar y tierra, y que respondería fielmente a las demandas morales y espirituales de la cristiandad. Recordemos a algunos de los famosos pastores y líderes evangélicos que impúdicamente politizaron la iglesia con sus declaraciones y arengas:

Haciendo memoria…

El Dr. David Hormachea, afamado líder y conferencista evangélico, en nombre de “la mayoría” de la iglesia evangélica le expresó al entonces candidato presidencial Sebastián Piñera: «Gracias por defender los valores hasta donde usted ha podido, aquí tiene a los representantes de la gran mayoría del pueblo evangélico, dicen que pueden ser tal vez tres millones de votantes, la mayoría no vota, ahora sí van a empezar a votar» (Jueves 7 de diciembre de 2017)

(Fuente: https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/politica/presidenciales/pinera-en-busca-del-voto-evangelico-estan-en-juego-dos-caminos-de/2017-12-07/200100.html)

El obispo Hedito Espinoza, prominente líder evangélico, así se refirió luego de que Sebastian Piñera ganara las elecciones en segunda vuelta el año 2017: “en la segunda vuelta Sebastián Piñera logra considerablemente una ventaja del casi 10%, que nadie logra explicarse y que nosotros bien sabemos que la mano de Dios está ahí con el voto de todos los Cristianos (Fuente: http://www.laverdadahora.com/obispo-hedito-espinoza-pinera-gano-10-diferencia-gracias-los-votos-los-cristianos/)

El obispo de la iglesia metodista pentecostal Eduardo Duran, quien actualmente está siendo investigado por la fiscalía debido a su millonario patrimonio, se refirió así a la candidatura de Sebastian Piñera en el año 2017: La iglesia en general, católicos y evangélicos, van a apoyar a aquellas personas que están por la vida y que lo dicen valientemente…Así que este apoyo (a Piñera) surgió espontáneo”

(Fuente: https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2017/09/11/obispo-duran-argumenta-apoyo-a-pinera-no-votamos-por-gente-en-contra-de-nuestros-valores.shtml)

Como Ud. puede leer estimado lector, estos son los líderes de la iglesia evangélica de esta nación, pero no representan de ningún modo a la verdadera iglesia de Cristo que Él ganó con su propia sangre.

Ahora el proyecto de identidad de género, ya es una ley en Chile. ¿Qué explicación van a dar estos líderes y pastores auto-proclamados que dirigen la grey evangélica? Acaso ¿ahora culparán a Dios por no haber respondido a sus oraciones, rogativas, ayunos y marchas? ¿Será que faltaron oraciones? ¿Dios ahora se está “rascando su cabeza” ideando un “plan b” para subsanar este evidente y bochornoso fracaso?

La verdad que todas esas preguntas son absurdas ante lo que la infalible Palabra del Señor nos enseña. Tal como lo dice la biblia: “Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Isaías 3:12b). El profeta así lo expresó al pueblo de Israel 700 años antes de Cristo; pero sus palabras cobran tanta vigencia en estos días, ya que los actuales “guías” del pueblo, aparecen como verdaderos engañadores que tuercen la verdad. Cristo advirtió: “…si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo” (Mateo 15:14b).

Los mismos que levantaban las manos “alabando” y dando gracias al Señor por la elección del actual presidente, ahora insolentemente le llaman “traidor”. ¡Que insensatez! ¿Acaso los evangélicos no recuerdan que Dios ya nos ha hablado a través de su Palabra, y que esta dice claramente que no debemos confiar en los hombres, y que los hijos de Dios debemos esperar solo en sus promesas?

“Así ha dicho Dios: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Dios” Jeremías 17:5

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” 2 Pedro 3:13

CONSTANTINO EL GRANDE (272-337)

Este fue un emperador romano del siglo IV, desde el año 306 al 337 d.C., por muchos considerado el primer emperador “cristiano”. Pero la verdad que no fue así. Como todo buen político, al ver por un lado su caída popularidad, y por el otro lado, un importante fermento de cristianos anhelantes de influencia social y reconocimiento público (al igual que hoy), el emperador Constantino decidió dar un “golpe de timón” durante su gobierno, declarando al “cristianismo” como la religión oficial del imperio.

Como bien sabemos, la estrategia de Constantino fue claramente política, y sus decisiones jamás obedecieron a una verdadera conversión al cristianismo, sino que a la búsqueda de la masiva aprobación popular. Recordemos que por esos días la persecución a cristianos ya no daba resultados, es decir, se mataban diez cristianos, pero se levantaban   veinte nuevos creyentes aún más fieles y más radicales. Constantino como todo buen político, supo que a la hora de la aprobación popular, debía aplicar la antigua sapiencia que hasta hoy versa así: “si no puedes contra ellos, únete a ellos”; y eso fue justamente lo que hizo. Dictó un decreto oficializando al “cristianismo” como la religión imperial y el término de la persecución; fue en ese momento cuando los infaltables pseudo- cristianos llegaron al poder y se comprometieron con el César, doblegándose de manera rastrera a sus designios y hegemonía.

Esta distorsión del cristianismo legítimo, fue la que dio vida al concepto de iglesia “universal o católica” que más tarde pasó a llamarse oficialmente “iglesia católica apostólica romana”, nombre muy acertado, ya que en ninguna parte ostenta el título de “cristiana”; tal vez, esto es lo único honesto que tiene esta institución.

Aquí comienza el concepto de “papa”, con su trazado histórico a partir del siglo IV cuando Constantino declaró al cristianismo como religión oficial del imperio; creando el llamado “césaro-papismo” un sistema de gobierno que reúne el poder político y el poder religioso en un solo jerarca, el cual se transforma en un dictador político – religioso. Evidentemente, es la misma estructura que ostenta el papado actual. A esa estructura anti-cristiana y diabólica, los evangélicos del siglo IV vendieron su alma. ¿No le parece conocida tal actitud?

A continuación, observaremos cuatro ejemplos de mandatarios, cuyo denominador común, es haber aumentado una gran popularidad gracias al voto de la cristiandad, tal cual como ocurrió con el afamado emperador Constantino el grande, quien haciéndose pasar por “cristiano” sedujo y atrajo el apoyo de la entonces “iglesia cristiana”. A miles de años, los “Constatinos del siglo XXI, se camuflan bajo un cariz evangélico para lograr sus objetivos y permanencia en el poder; y por su parte los cándidos evangélicos les aplauden y les defienden. Hoy a miles de años de esa unión de la “iglesia y el estado” establecida en Roma, los evangélicos vuelven a tropezar con la misma piedra. Veamos:

Constantino 1, “Trump” (EEUU)

Cuán importante es observar y discernir lo que ha ocurrido en los Estados Unidos con la llegada al poder de Donald Trump, quien proyecta magistralmente una imagen de cristiano, con la cual ha seducido a la gran mayoría de iglesias protestantes de ese país. A él lo ven como un verdadero “mesías” y redentor de todos los males de la sociedad norteamericana. Sin duda que fue en gran parte el voto evangélico que llevó a Trump a la casa blanca. Por cierto, al igual que Constantino el grande, Trump actúa como cristiano; habla acerca de asuntos de intereses comunes con las iglesias, ora públicamente con pastores y líderes conocidos, etc. Trump proyecta una imagen muy bien estilizada de la creación de un estado cristiano. Él sabe muy bien que los evangélicos representan una parte importante del universo electoral, y que junto a ellos se proyecta su permanencia en el poder.

Constantino 2, “Macri”(Argentina)

En medio de la incompetencia del actual presidente argentino Mauricio Macri, para resolver la severa crisis económica por la que atraviesa su país, ahora sus ojos han sido dirigidos a los “cristianos” para obtener su apoyo. Macri ha acudido a líderes evangélicos y católicos para que intervengan a través de la ayuda social, y además para proyectr su permanencia en el poder buscando acuerdos y compromisos con el clero evangélico. Macri sueña con replicar la estrategia que Bolsonaro llevó adelante en Brasil, y así sumar al ejército de pastores para la campaña electoral del 2019 (fuente: https://dataurgente.com/noticias/2018/10/17/argentina-macri-negocia-reeleccion-con-la-iglesia-evangelica/)

Constantino 3, “Bolsonaro”(Brasil)

El domingo 28 de octubre de 2018, Jair Bolsonaro ganó las elecciones de Brasil, cuyo principal apoyo y voto electoral, se lo debe al mundo evangélico brasileño, y esto, a pesar de que Bolsonaro es de confesión religiosa católico romana. Pero como estamos en tiempos de un ecumenismo increíble, los evangélicos no distinguen nada, y todo lo que diga “Jesús”, se transforma en un cristiano o hermano de la fe y miembro de la iglesia universal.

Bolsonaro, con su agenda valórica, sedujo eficazmente a los “cristianos” brasileños, tanto así, que con los ojos cerrados y las manos extendidas en dirección al Congreso Nacional, decenas de fieles de la iglesia evangélica Asamblea de Dios, oraban durante un culto en Brasilia, por el futuro del país y por la salud del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro. Los evangélicos vociferaban: “¡Bolsonaro representa muy bien nuestros ideales de conservadurismo en la familia, de principios cristianos ¡Señor todopoderoso, visítalo en el hospital donde se encuentra, restaura sus fuerzas!», gritaba el pastor Alfeu Gebrin ante un mar de hombres, mujeres y niños que respondían con enérgicos «¡Aleluya!».

Constantino 4 “Sebastian Piñera”(Chile)

El balotaje de las elecciones del año 2017 revestía un mar de incertidumbre en cuanto a los resultados. Pero la “táctica de Constantino el grande”, nunca falla; por lo tanto, el otrora candidato de la derecha Sebastian Piñera, se arrimó oportunamente al mundo “evangélico” para conquistar ese universo electoral clave para lo que sería su triunfo final. Participó activamente con los evangélicos; acordando y prometiendo respetar las demandas de la agenda valórica cristiana. Fue tanto el encanto evangélico, que el Tedeum del año 2017, fue la plataforma óptima para transformar ese servicio religioso en una verdadera campaña electoral. En resumen, una vergüenza.

Sin embargo, a muy poco de ser elegido como presidente, la declaración” de Piñera, respecto al premio Oscar que la academia cinematográfica le otorgaba a la película chilena “una mujer fantástica”, no gustó a los evangélicos, quienes ya habían negociado y confiado con él su sagrado voto. Recordemos que Sebastián Piñera escribió en su cuenta de Twitter: “Esta noche el cine chileno tocó las estrellas. Grande Chile y un gran abrazo, con orgullo y emoción, a todo el equipo de Una Mujer Fantástica, la mejor película extranjera en los Oscars 2018”

Por esos días los evangélicos “rasgaban sus vestiduras” al ver a “su candidato” traicionarles de esa manera; elogiando una película cuya trama es la vida de un travesti-homosexual. Ahora, el 28 de noviembre de 2018, el presidente Sebastián Piñera les otorga un distinguido “regalo navideño” a todo el pueblo evangélico que confió y puso su esperanza en él, al promulgar con bombos y platillos la ley de identidad de género, dejando a los evangélicos como el “hazme reír” ante toda una sociedad que aborrece el evangelio y a nuestro Señor Jesucristo. Todo esto configura un verdadero show realmente patético y que enloda el verdadero evangelio eterno, el cual nada tiene que ver con un pueblo recalcitrante que gusta de hacer pancartas, marchar, con tenida de payaso y globos; pidiendo reivindicaciones, y promoviendo candidaturas de tal o cual caudillo que les representa políticamente.

Creo firmemente que la pompa y la soberbia del clero evangélico, que gusta del coqueteo con los “constantinos actuales”, debe ser derribada mediante los argumentos espirituales de la infalible Palabra de Dios. Debemos volver a la biblia y conducir a la grey conforme a lo que ella dice.

“porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2 Corintios 10: 4-5

Mirad que nadie os engañe…

Esta es la elemental frase que Cristo les dijo a sus discípulos en el contexto de las enseñanzas sobre las últimas cosas y las señales del fin. El escenario final, sin duda que será de engaño. Lo sintomático es que ya estamos viendo una sociedad muy vulnerable al engaño, ya que ha doblegado con evidente facilidad, su voluntad ante esperanzas terrenales y promesas de los hombres. Hoy, cualquier caudillo con carisma, y que se presente con un cariz redentor y de mesías, y que prometa tener la receta para dar solución a los males que agobian a esta sociedad, es abrazado y defendido con dientes y uñas por lo evangélicos.

El error de la cristiandad del siglo IV fue precisamente confiar en las promesas de “Constantino el Grande”, y todo aquello, afirmado por la antigua doctrina de Agustín, quien es uno de los responsables de la actual idea amilenarista que promueve el sueño dorado de “un mundo mejor y un reino sin El Rey”

Así, muchos “Constantinos” han salido por el mundo a través de los siglos, hasta nuestros días en pleno siglo XXI. Engañando a los “cristianos” incautos que depositan su confianza en cualquiera que les prometa paz, seguridad, libertad y prosperidad, olvidándose de lo que El Señor enseña en su palabra. Recordemos que el engaño no es algo evidente, sino que algo que parece la verdad. Solo la comunión del Espíritu Santo y la infalible Palabra de Dios, nos guardará para no ser seducidos con el engaño de estos “falsos cristos”, que prometen solucionar, lo que solo nuestro Señor y Salvador Jesucristo podrá lograr cuando Él regrese por segunda vez a la tierra.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo no siga guiando y guardando del engaño del último tiempo. Que así sea. Amén.

PEL 11/2018

Categorías: Apologética

3 comentarios

RICARDO · 2 de diciembre de 2018 a las 07:00

Hola amados hermanos, vale recordar que el presidente Macri es un confeso hinduista y tiene una relaciòn muy estrecha con el «gurù hindù » Ravi Shankar

    Jorge Espinosa · 19 de junio de 2020 a las 03:27

    En México también paso López Obrador, conocido como AMLO, el ganso, el peje sedujo a los cristianos y al final ese Constantino resultó bset un brujo y adorador de los demonios a los que los indígenas mexicanos aún rinden culto

ALDUVIN PERDOMO MOLINA · 2 de diciembre de 2018 a las 22:29

Los ocurrido en EEUU, Chile, Argentina y Brazil, es una copia al carbon de lo que ocurre en cualquier país latinoamericano. Acá en Honduras el clero católico y protestante bendijo un golpe de estado, a cambio de eso recibieron grandes subsidios. Acá hay hasta dis que PROFETAS, que se encargan de vaticinar a pocos días del proceso electoral quien será el próximo presidente, y terminan bendiciendo fraudes electorales. Creo que el próximo trago amargo que tendrán beber estos líderes religiosos será el de aprobar mediante ceremonia religiosa el matrimonio aberrante aprobado por estos CONSTANTINOS.

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