“que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” 1ª Tesalonicenses 5: 3


Hasta hace una semana, Chile se proyectaba internacionalmente como un “oasis” de paz y seguridad en comparación al resto de las naciones latinoamericanas. Sin embargo, aquel “oasis” ahora resulta ser un espejismo luego del más grande estallido social de las últimas décadas. Todos al unísono anhelan paz y seguridad. Esa es la consigna.

Lo que llama enormemente la atención, y que sin duda evoca lo que la biblia anuncia para el futuro en el mundo; es que hasta hace una semana atrás, Chile decía: “paz y seguridad”, no obstante, vino destrucción repentina. Un portal londinense decía: “Chile: del Oasis al Infierno”

Al ver la televisión, y observar atentamente como los hombres tratan de diagnosticar, pronosticar y formular soluciones a este gran conflicto, la profecía bíblica toma más vigencia que nunca, y que ha de motivar nuestros corazones y voluntad para aferrarse a la biblia más que ayer. Primero, para no caer en la psicosis colectiva, segundo para no olvidar  que Dios es Soberano y tiene todo el control, y tercero para no perder la perspectiva celestial de la iglesia y el sentido correcto del evangelio.

A veces se nos olvida que la “buena vida”, la comodidad, el arribismo, materialismo y exitismo, propio de una sociedad sibarita, como se ha ido configurando la sociedad chilena, siempre lleva a la ruina al hombre. La prosperidad económica (aunque presumida) es inversamente proporcional a la espiritualidad. Tan solo basta con observar la generación de Caín (Génesis 4: 20-22) en los albores de la historia del hombre, o la iglesia de Laodicea (Apocalipsis 3: 14-17) en el fin de la era cristiana. Ambas prosperas económicamente, pero pobres moral y espiritualmente.

Hoy las iglesias que nunca hablan de las profecías, están consternadas por lo que está pasando en nuestra nación. Se les desmorona como castillo de naipes aquel espejismo del avivamiento y del clásico “Chile para Cristo”. Como era de esperar, ya hay sones de “cadenas de oración” por la paz y la seguridad. La misma consigna  que ostentará temporalmente la humanidad, previo al juicio de Dios. Ellos gozarán una paz y seguridad aparente, pero hasta eso se les quitará.

Paz y seguridad es la consigna de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Y si no cree, vea este link: https://www.un.org/es/sections/issues-depth/peace-and-security/index.html

La humanidad se prepara para recibir a un personaje y sistema político-religioso que entregará la paz y la seguridad que el mundo anhela a cualquier precio. Este personaje es el anticristo que engañará a gran parte del mundo en el futuro (Apocalipsis 13:3-4, 2ª Tesalonicenses 2: 7-12)

Si Ud. es un verdadero creyente, antes de calificar este artículo como delirante y anacrónico, observe la biblia y entienda los tiempos que estamos viviendo. Y no lo digo exclusivamente como Chileno, sino como un simple observador de cómo se está configurando el escenario mundial que será testigo una vez más del cumplimiento exacto de las profecías bíblicas. Y la biblia es clara en anunciarnos con debida anticipación de que no vendrán tiempos mejores. (2ª Timoteo 3:1)

“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” Isaías 46:9-10

La paz que ofrece el mundo, la ONU y el futuro anticristo, es una paz efímera, incierta y presumida. Pero la paz que ofrece nuestro Señor y Salvador Jesucristo es verdadera, eficaz y eterna. Él volverá por segunda vez en poder y gran gloria a poner en orden este mundo y establecer su reino de paz para siempre.

Es legítimo anhelar paz y seguridad, pero antes de querer volver al presumido estado de comodidad que tanto mal nos hace, y que repentinamente hemos perdido; saquemos la lección de lo que ha significado ver vulnerada nuestra aparente “paz y seguridad” que como Chilenos teníamos hace una semana atrás. Por lo tanto, es tiempo de recordar a nuestro Señor que enseñó:

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan14:27) Maranata!

PEL 10/2019

Categorías: Devocional

4 comentarios

Farus · 25 de octubre de 2019 a las 12:22

La humanidad se prepara para recibir a un personaje y sistema político-religioso que entregará la paz y la seguridad …. Que más cierto lo que dice en el texto.
Un abrazo grande Hermano Pablo, que el Señor lo bendiga. Lo único que nos da tranquilidad es que ya no estaremos en este mundo de maldad cuando se manifieste el hombre de iniquidad.
Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene.

Carlos contreras · 26 de octubre de 2019 a las 01:15

Muy bueno su analisis, lamentablenente, es parte de una pequeña minoría dentro de la Iglesia que hace éstos comentarios, que el Señor le bendiga!!, saludos.

Jessica Contreras · 26 de octubre de 2019 a las 03:18

Estoy de acuerdo en su apreciación, de acuerdo a la Palabra de Dios, sobre los últimos y desastrozos acontecimientos que han ocurrido en nuestro país. Mi ptegunta es ¿deberíamos los cristianos salir a protestar a las calles o en las redes sociales contendiendo o defendiendo la Palabra de Dios, para manifestar nuestro desacuerdo en la aprobación de leyes que se están consintiendo en el Congreso y que están en contra de la Palabra de Dios, como por ejemplo atentar contra los niños con la ley de identidad de género o el aborto libre? Gracias y Maranatha.

Jessica Contreras · 26 de octubre de 2019 a las 03:22

Estoy de acuerdo en su apreciación, de acuerdo a la Palabra de Dios, sobre los últimos y desastrosos acontecimientos que han ocurrido en nuestro país. Mi ptegunta es ¿deberíamos los cristianos salir a protestar a las calles o en las redes sociales contendiendo o defendiendo la Palabra de Dios, para manifestar nuestro desacuerdo en la aprobación de leyes que se están consintiendo en el Congreso y que están en contra de la Palabra de Dios, como por ejemplo atentar contra los niños con la ley de identidad de género o el aborto libre? Gracias y Maranatha.

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *